La II vuelta electoral en C.A.B.A., hegemonía y el curso nacional y popular
Declaración del PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO (TROTSKISTA-POSADISTA)
Regional Capital-Comuna 3-Matheu 76
El resultado de la elección del 5 de julio del 2015 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresa un estadio dentro de la etapa transitoria desigual y combinada que madura en transición socialmente en el país. Por ello es esencialmente la expresión clara de las contradicciones, ambigüedad de direcciones políticas del sistema que encaran superficialmente la política esquivando discutir la esencia del funcionamiento y los problemas de la Ciudad, y cómo esto se procesa y estalla socialmente con resultados electorales engañosos que no reflejan el verdadero curso de la actual situación y condición de la inmensa mayoría de sus habitantes. Así las conclusiones son de quejas por “falta de tiempo de campaña” o de medios para sustentarlas. Nunca poniendo en tela de juicio la política que durante las gestiones, o desde afuera, estas direcciones políticas han llevado y qué resultado han tenido en la vida de la sociedad. Es escamoteada la discusión sobre la ausencia de una Democracia Participativa donde los problemas del crecimiento de la Ciudad, el trabajo, la vivienda, la salud y educación sean abordados con sustantividad en una relación armónica entre los habitantes.
Nosotros creemos que hay que discutir la concepción en que se proyecta el desarrollo en las ciudades, que no son a priori solo la de realizar obras públicas, sino una política de integración laboral con amplio margen de puestos de trabajo, que el papel de la fuerza de trabajo es el eje del progreso empoderándolo en su función social en la relación con el empresario capitalista, mediano-pequeño y las cooperativas o empresas mixtas estatales-cooperativas, pero fundamentalmente que el Estado Municipal tenga una política donde el desarrollo de la ciudad se realice en común acuerdo con todas las fuerzas sociales que lo componen. En síntesis: una dirección que desde el Estado Municipal de Gestión Ampliamente Participativa desenvuelva políticas afines a la que realiza el Estado Nacional para superar la eterna desigualdad que plantea el centralismo capitalista empresarial del republicanismo basado en la desigualdad producto de una sociedad seudo democrática, condición que generó en la C.A.B.A una artificial hegemonía política de la derecha neoliberal pro imperialista, que logra sostenerse no por méritos propios sino en base a los errores de los que encaran la lucha por una nueva sociedad.
Entonces los puntos críticos a atacar para cambiar radicalmente esta realidad deben ser, en nuestra opinión, enfocarse con políticas que globalmente armonicen al habitante de la Capital Federal como parte de las necesidades del país y la Integración Regional. Política que trasversalmente permita desenvolver las fuerzas del trabajo, el valor de la mano de obra y la producción a un Estado de Transición revolucionaria como es lo que recorre América latina y el mundo. Mientras el gobierno de la derecha macrista, ha hecho su “gestión” a un altísimo costo financiero en divisas del exterior endeudando al Estado de la Gobernación, como en la contracara de esta política de “hacer gestión” para una parte de la población, ha aplicado una doble política de exclusión de los sectores más pobres, al mismo tiempo que realizando populismo asistencialista que pagan impositivamente todos los habitantes de la ciudad, con un solo objetivo: ganar elecciones y paralizar la lucha social. Pero autocríticamente hay que encarar una nueva política de integración social que supere los métodos y acciones de la derecha populista. Porque en el campo progresista se cayó en una falsa integración social que políticamente en forma ficticia, ignora y discrimina la realidad y problemas, así como las conquistas del 80% de los habitantes de la Ciudad obtenidos en la lucha diaria durante decenas de años. Ello es no meterse en los reales problemas de esa enorme porción social trabajadora, sectores obrero@s, clase media pobre, baja que vive hacinada y presas del pago de alquiler en la ciudad, como son los problemas habitacionales que plantean los alquileres de vivienda, la educación, salud , transporte y defensa del trabajo que el macrismo como política social no empresarial no resolvió y enviando así a amplios sectores de los ciudadan@s de la Capital a un contradictorio voto al PRO y ECO que será utilizado por el neoliberalismo del capitalismo descarnado que a su vez habla de una “ciudad de todos” cuando lo que en realidad realiza es una política de sectorización social al mejor estilo de Pinochet en el Chile de su tiempo. Es la política de explotarlos en el trabajo esclavo y con los impuestos de todo tipo, como ofrecerles manejar mejor la sociedad de desiguales que ellos expresan y defienden. Esta realidad en la C.A.B.A no es responsabilidad de sus habitantes sino de las políticas que desde el campo nacional y popular no han sido capaces de mostrarse superiores y con decisión del cambio revolucionario.
El PRO y ECO son los de “la buena gestión”, los que desde 1990 con la política el “Consenso de Washington” abrieron la economía, la importación de mano de obra barata y su papel como fuerza del trabajo a la política neoliberal de las tercerizaciones, la desocupación, el ajuste salarial y jubilatorio, como la baja del poder adquisitivo de la población que estalló en el 2000/01 y había permitido pauperizar a una gran parte de la población capitalina. El voto a Macri-Larreta es socialmente insustentable en el tiempo y solo se ampara en la debilidad política de poner como eje para competir en plano en el que solo se cuestiona en cuanto hace a la “gestión económica” mientras que el fondo estructural del problema era y es absolutamente político, programático en la ciudad y todo el país, como reiteradamente expresa la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Los sectores en la Ciudad que la derecha y el centro ha logrado en mayoría electoral no son reaccionarios, sí expresan conservadoramente una protesta porque no se sienten incluidos en la política desde el campo nacional, popular y democrático actual más allá que al mismo tiempo saben que son absolutamente beneficiarios de la política económica global del gobierno nacional. De la misma manera que los votos de la seudo izquierda son basalmente una pirámide irregular en lo que suma es “la protesta” ante lo irracional de la política capitalista, la corrupción y acuerdos partidarios de distintos signos en la forma pero con los mismos criterios al hacer negocios desde la vieja política del sistema, como la acción consensuada corporativa que permite el control municipal en manos de estas corporaciones empresariales-políticas de los destinos de los inmensos ingresos con que castigan a los capitalinos. De la misma manera que las burocracias sindicales utilizan a sus bases gremiales para negociar con el sistema, es necesario encarar una férrea y socialmente participativa política anti corrupción, las Comunas no deben ser negocio de testaferros sino libre discusión con la participación, estimulada desde nuestro campo, de toda la población.
LA C.A.B.A. NO ES ISLA SINO SEGMENTO DE LA ESTRUCTURA NACIONAL:
No se trata, en nuestra opinión de plantearse el ¿Qué hacer? en el ballotage: porque el problema de fondo no se resuelve en votar en blanco o anulando el voto, sino del cómo utilizar la lucha interburguesa entre Rodríguez Larreta y Martín Lousteau en donde las diferencias no son programáticas sino de políticas de aplicación como de diferentes e inmediatos intereses capitalistas empresariales y donde juega enorme función el hedonismo como el individualismo feroz por el control del aparato político municipal de la gobernación. Ciertamente en estas elecciones hubo tres candidatos, pero dos proyectos, aparte de la izquierda y un candidato pequeño burgués que reaparece en cada elección. Sin embargo no es lo mismo, en cuanto hace al curso político, que Larreta-el candidato del macrismo- gane por determinado margen o incluso pueda perder “hegemonía” electoral. Pero lo que concentra en esta elección es una oposición de intereses que puede terminar favoreciendo al progreso, en la ciudad y el país, al golpear políticamente al centro construido por el imperialismo a través de los medios como el Macrismo. Y si bien el que va a intentarlo expresa similitudes políticas de fondo con su por ahora adversario, reiteramos no es así en los intereses inmediatos ni estructura política en tiempo y espacio actuales. Eso es el escénico Martín Lousteau, que deberá radicalizar su política para diferenciarse del macrismo de cuna para poder ganar los votos que se generan en la juventud y amplios sectores en la Capital como repulsa a un Macri perfilado por el proyecto imperialista en su papel como centro nacional de la Unión Democrática de esta época como en 1946 contra el ascenso del peronismo de la clase trabajadora. Es intentar una fuerza de contención al progresivo progreso del país de estos 12 años para tentar una posibilidad electoral unificada de centro derecha sino ganara el FpV en primera vuelta en octubre. Por eso es ahí donde hay que generar una política con EL VOTO CRITICO A LAUSTEAU para golpear al macrismo.
La fuerza del macrismo es el cinismo con que encara la aplicación de su programa, y ese cinismo más allá del arte escénico, se ve claro en la obra pública, algunas totalmente innecesarias y repetidas para generar negocios empresariales que además se hacen por sobre el costo real y que favorecen, en su mayor parte, al lobby corporativo empresarial de empresas conexas a sus intereses económicos y políticos. Esto lo sabe el poblador de la Ciudad y una aparte se rebela y vota a FpV o la seudo izquierda, pero otro se desorienta y lo sostiene “como al malo conocido”, que es el del brazo del que ejecuta con garrote una política de cercenamiento de las conquistas que la Ciudad y sus habitantes han conseguido. Esto es parte de la política del terror como desintegración social del imperialismo y sus lacayos nativos, con el que se opone al progreso con miedos instalados, incentivados diariamente con la “inseguridad”, la “violación de género”; el terrorismo mediático que se hace la 24 hs de cada día.
EN GRECIA SE CREÓ UN CENTRO POLÍTICO CON EL NO Y SE DERROTÓ A LA DERECHA:
Hay que sacar conclusiones de la enorme fuerza y experiencia del pueblo griego, y antes España, etcétera. El Referéndum que culminó con el triunfo del NO por más de 62 y si sumamos votos nulos y en blancos que aritméticamente se suman al ganador, esto asciende a más del 75%. El pueblo con una dirección revolucionaria conquistó un triunfo enorme en Grecia pero que irradia a todo el planeta. A las puertas de la posterior elección general debemos aprender del pueblo griego.
Este curso en pleno desarrollo de elecciones aparece aisladas en la Capital o las Provincias en la forma, pero en realidad son adelantos del curso nacional para octubre y por eso hay que derrotar políticamente al macrismo más allá que la derecha pierde fuerza cada día, a pesar de innecesarias contradicciones existentes en el campo nacional y popular, y que nos exige debe ser un sólido bloque democráticamente revolucionario.
Nosotros planteamos que es necesario derrotar, golpear electoralmente al macrismo. Hacerlo sentir sin los poderes sociales supuestos que expresan los ridículos “bailecitos macristianos”, porque: 1) No hay progresivo triunfo electoral de la derecha y las variopintas fuerzas que la componen en su distribución, aun cuando hayan ganado en toda la Capital, otra es la condición y realidad social del país. 2) Porque la irrupción de M. Lousteau no es simbólica; el representa otros intereses que teniendo los mismos objetivos de fondo de volver al neoliberalismo y el “consenso de Washington”, la lucha interna hoy y por ahora los enfrenta y ajusta políticamente, por eso E. Carrió parada en el muro hesita en que parte del campo caer.
Ahora la tarea central, en nuestra opinión, es que al derrotar o bajar electoralmente al macrismo en la C.A.B.A. le rompe la hegemonía político-social nacional que intenta construirse. Pero ello debe ir acompañado de amplia discusión al interior de las fuerzas populares, nacionalistas revolucionarias, de lo que queremos y cómo podemos y debemos hacerlo. Sin excluir en absoluto la autocrítica necesaria, que en nuestra opinión es no haber encarado con una política revolucionaria los problemas concretos del 60% de los pobladores de la Capital. Reiteramos no es con “consensos” democráticos ni anteponiendo “gestión”, que se resuelven los problemas de la Ciudad, sino con amplia Democracia Participativa.
Este es el eje central en nuestra opinión que debe discutirse en el campo nacional, popular y democráticamente revolucionario. Toda anulación o voto en blanco significa indirectamente votar al macrismo. M. Lousteau puede jugar un papel progresivo a pesar de él mismo. Reiteramos no llamamos al voto abierto a este escénico personaje, LLAMAMOS A UN VOTO CRÍTICO A MARTIN LOUSTEAU, que es lo mismo que impedir como en anterior elección que el macrismo se arrogue una altísima votación en la Capital, cosa que ni es real electoral ni socialmente como también que el macrismo es al principal centro de la derecha pro imperialista nacionalmente al que hay que derrotar. De la misma manera que desde el campo nacional, popular y democráticamente revolucionario, en las generales del 26 de octubre, llamaremos a votar SCIOLI-ZANNINI!!
Por lo tanto llamamos a votar MARTIN LOUSTEAU en el Ballotage.
ER. Por el Comité regional Capital del POR (Trotskista-Posadista) C.A.B.A., 9 de julio de 2015.