El porqué de las inundaciones

RioLujan

PRÓXIMO VIERNES 21 A LAS 18:00 HS CHARLA-DEBATE SOBRE «INUNDACIONES Y CURSO POLÍTICO DESPUÉS DE LAS PASO» EN NUESTRO LOCAL DE MATHEU 76 C.A.B.A.

Carta del director de CONCLUSIONES: 14 agosto de 2015

EL PROBLEMA NO ES LLUVIAS E INUNDACIONES, SINO EL PORQUÉ ELLO SE PRODUCE:

EL CAPITALISMO IMPONE ANÁRQUICO CRECIMIENTO ECONÓMICO Y SOCIAL

El capitalismo impone anárquico crecimiento económico y social

La propiedad de la tierra es el punto de quiebre en la relación que permite llegar a conclusiones lógicas y naturales del porqué se producen los mal llamados desastres climáticos, no solo en Argentina, Perú, Colombia, Brasil sino en todo el mundo.

Las antiguas culturas, como la Chavín, Chimú, y posteriormente los Incas en la meso América, tenían una relación armoniosa con la naturaleza. No tenían el dominio del alfabeto o la rueda pero sí sabían que la naturaleza no “castigaba” a los humanos sino que producía una relación simbiótica en la que lo que hoy denominamos como “destrates climáticos”, eran una renovación natural de la naturaleza impuesta por su evolución como materia.

EL CAPITALISMO IMPONE ANÁRQUICO CRECIMIENTO ECONÓMICO Y SOCIAL

El progreso aparece como una “zanahoria” delante del burro, la sociedad, que trata permanentemente de alcanzarla sin siquiera medir cuáles son las consecuencias de ese camino que se “hace al andar”. Una relación en que se van violando todas las lógicas de la naturaleza, entre ellas el crecimiento de la economía, de la producción y productividad, como de las ciudades y sus poblaciones sin tener una lógica de relación entre la naturaleza, la vida y el interés individual del humano capitalista, no de la humanidad como tal.

Lo que está expresándose violenta, drástica como inhumanamente en las migraciones de grandes masas de poblaciones que han sido expulsadas de sus lugares de origen, como las de África, por una criminal explotación colonial imperialista durante siglos, en la lucha de las burguesías europeas por apropiarse de las riquezas de su geografía y población. Explotando inmensos territorios y sus poblaciones, desde las materias primas, entre ellas las preciosas y desde el siglo XX del petróleo, como utilizando la mano de obra africana como fuerza de trabajo barata de tercer renglón en la inserción laboral en los países sedes del sistema.

Así los imperios coloniales “fundaron” ciudades y organizaron la producción y su economía en función de sus intereses transatlánticos capitalistas en su etapa moderna y no en lo que hacía a las condiciones necesarias a la naturaleza sin mirar las consecuencias que sobre el medio ambiente y el ecosistema esto tenía.

Mientras que los pueblos nativos aprendieron seguramente en miles de años, donde y como se debía asentar una población o en qué época debían trasladarse a otro lugar en forma mutante con lo hicieron los humanos desde su desarrollo como tales desde su pasado primate, y así crecían al menor riesgo de sequias, inundaciones, terremotos, deslaves o “huaicos”, etc., a los que veían -o ante ello reaccionaban-, como una fuerza natural de la madre tierra que tenía más beneficios y costos humanos y productivos para la vida.

EUROPA, EEUU, TAMBIÉN TIENEN SUS “DESASTRES” ECOLÓGICOS

Nueva Orleans anegada. 2005.

Nueva Orleans anegada. 2005.

Las inundaciones que se han producido en la provincia de Buenos Aires en particular, no solo que son perfectamente posibles de impedir como ahora de solucionar los daños que han ocasionado.

La desertización de gran parte de África, el avance del Sahel (desierto que transvasa África por 5.400 Kms) es totalmente posible de impedir y por el contrario lograr forestarlo y volverlo productivo. Israel, como Libia con Gadafi y la URSS, tiene en ello experiencias muy hermosas de las cuales hay que aprender y aplicar para transformar desiertos en zonas agrarias. Claro que unos lo hacen para extender territorios arrebatadas a los pueblos allí originarios como el palestino, pero que le permite a Israel exportar frutos a Europa e incluso a América latina, cosa que solo puede suceder en un sistema oligo-capitalista donde es más “negocio” sembrar irracionalmente soja que producir alimentos. Otros como Libia y la URSS como parte de las necesidades de una sociedad superior camino del socialismo.

Hemos escrito, reponiendo lo que J.Posadas planteó hace 50 años, que los EEUU y Argentina, con Ucrania en la URSS, tenían la capacidad agrícola productiva para alimentar en ese rubro a toda la humanidad. Ello significaba planificar mundialmente qué, cómo y dónde se produce. Pero para ello había, y hay que eliminar el interés privado del sistema capitalista. Entonces el punto no es si se puede, sino de CÒMO SE PUEDE y lo que hay que generar para que se pueda.

Las crisis ambientales tienen una relación directa con el ecosistema y la violación sistemática que la forma de producción capitalista en su fase imperialismo aumentada inmensamente, produce sobre la tierra y su naturaleza. Por ello se produce en todo el planeta, aunque las consecuencias en vidas humanas y desastres económicos no son similares o parejos en todo el globo terráqueo, sino por el contrario en Europa los golpes que la naturaleza hace, sea por invasión irracional de la economía productiva del sistema capitalista, o sea por los cambios climáticos inducidos o no por el sistema, o la evolución cósmica de la tierra como una más de las billones que existen con posibilidad de vida, como hoy confirman los científicos y astrónomos, tal cual previó J.Posadas hace 60 años, en esa relación dialéctica de la vida en el cosmos, estos tienen una incidencia mucho menor que en los países denominados como “subdesarrollados” o más benéficamente como “en vías de desarrollo”.

Hay que encarar en forma política como científica estos acontecimientos y qué significan para esta población humana y animal. Como también valorar en su integridad lo que también para la naturaleza significa una CONTRAEVOLUCIÓN NATURAL DE LA VIDA producto de las modificaciones que encaradas desde el campo de la economía del sistema capitalista, solo la ve como “negocios o emprendimientos comerciales” en los cuales SOLO LA GANANCIA ACUMULATIVA es la que decide EL QUÉ HACER.

LAS INUNDACIONES, COMO LOS RÍOS, MONTAÑAS, PAMPAS, DESIERTOS, MARES Y OCÈANOS SON PARTE EVOLUTIVA DE LOS CICLOS NATURALES DE LA TIERRA

La sociedad capitalista, fase más desarrollada de la propiedad privada de los medios de producción, significó el aumento productivo en la economía de la sociedad. La revolución industrial, como la actual informática basada en la cibernética, ha permitido avanzar en tiempo y espacio como nunca antes en la historia de la civilización. La producción planificada desde el campo empresarial desenvolvió la productividad generando mayor mercancía en el mercado ciego del capitalismo. Por ello lleva tres siglos en desarrollo, pero a su vez ha entrado en su etapa declinante y final porque ha generado suficientes elementos constitutivos antagónicos al mismo progreso que expresó en su etapa inicial. Una de ella, y sumamente central, es la que lo opone como sistema capitalista de producción y distribución a la sobrevivencia de la vida en el planeta tierra.

Por esto las inundaciones, sequías, etcétera, que antes eran ciclos naturales que preveían culturas como la maya, etc., hoy son desastres que parecen imposibles de encarar amortiguando a un mínimo sus consecuencias. Para ello hay una larga lista de acciones de la sociedad privada con la ayuda o ignorancia del Estado, que se producen en todas estas tierras inundables. Hay soluciones científicas que plantean cómo llevar adelante el desarrollo social sin luchar contra la naturaleza, sino armonizarse con ella, e imponiendo la capacidad consiente del ser humano por sobre la dialéctica natural.

Es falso que no se puedan prever estos acontecimientos, tanto como planificar desde un Estado Colectivo y no privativo o privatizado en los intereses de las corporaciones y empresas trasnacionales que utilizan la tierra y el ecosistema como propiedad privada del capital. En África hicieron eso destruyendo el hábitat como cambiando ecosistemas y exportando a cientos de millones de pobladores como esclavos a sus empresas agrarias e industriales desde Europa, a EEUU y América latina.

Entonces no es solo problema climático, de obras realizadas o no, de “countrys” o barrios cerrados o no, sino de la suma de estos factores, que analizados o atacados en forma dispersa como ahora se hace no tienen solución porque tocan tantos intereses privados con poder corporativo, que terminan siendo “agua de borraja” lo que debería ser una nueva proyección de productividad con base en la defensa de la tierra y sus habitantes.

LO QUE HAY QUE ERRADICAR ES EL INTERÉS CAPITALISTA EN EL USUFRUCTO DE LA TIERRA, COMO APOYAR A LA JUVENTUD QUE SALE A PRESERVARLA

Es hermosa y dignificante esta acción social pero innecesaria en la previsión de una nueva sociedad en construcción. Sociedad que no permitirá sino que armonizará, como lo hacían culturas durante miles de años, que la evolución de la naturaleza de la vida sea negativa a lo que ella misma creó: el ser humano.

Es hermosa y dignificante esta acción social pero innecesaria en la previsión de una nueva sociedad en construcción. Sociedad que no permitirá sino que armonizará, como lo hacían culturas durante miles de años, que la evolución de la naturaleza de la vida sea negativa a lo que ella misma creó: el ser humano.

Esto que ahora aparece como un “drama climático” es en realidad una expresión más y muy descarnada, a lo que conduce una sociedad desigual, la inequidad en la distribución de lo producido colectivamente. Es una sociedad capitalista que además, y muy cínicamente, es aprovechada para hacer negocios desde los inmobiliarios de la tierra hasta las mega empresas trasnacionales que con sus testaferros nativos terminan endeudando al estado nacional en miles de millones de dólares para “solucionar” o paliar las consecuencias del desarrollo anárquico de la economía capitalista, y que finalmente termina pagando todo el pueblo.

Como la muerte individual que aun la humanidad no ha logrado superar, la evolución de los ciclos de la naturaleza no dependen de la necesidad humana, pero no se opone a ella y de la cual la especie humana , es sin duda, la cabeza consciente. Por ello cuando miles de jóvenes realizan trabajos de solidaridad y ayuda, es necesario ver y proponerse cambiar por qué esas enormes fuerzas sociales tienen que destinar sus acciones de vida en solucionar los problemas que se generan en la desigualdad social del cual ellos no tienen nada que ver.

No es que no deban realizarse lo que son significativamente acciones socialistas de la población, en particular de su juventud, sino que ello que hoy debe hacerse y se está realizando, sería innecesario en otra sociedad que elimine la base que da como resultado, por su funcionamiento capitalista, burgués oligarca, miles de damnificados.

Es necesario abordar en los colegios, universidades, en las empresas en el Estado la discusión de estos reiterados “problemas” que parecen como obra de la naturaleza y su fuerza, cuando es en realidad exactamente lo opuesto. La naturaleza no crea los barrios cerrados, ni las carreteras que cruzan las pampas y los lugares de concentración de agua. La naturaleza creó la pampa húmeda y los mejores pastos naturales del planeta pero no su indiscriminado uso a lo que se agrega las siembras transgénicas y el uso intensivo de la tierra.

Todo esto debe discutirse en la sociedad como medio de armonizar la vida y la relación con la naturaleza del ser humano. Ello es tan importante como el matrimonio igualitario, los problemas de género, los derechos humanos. Porque mientras se ignora esta realidad el capitalismo en su fase imperialista, en la que la naturaleza y la vida le importan nada como cuando tiraron las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki mientras “estudiaban tirarlas sobre Kioto” con millones de habitantes e industrias no de guerra especulando que así se “podría evaluar mejor la potencia atómica”. Ese que hizo Vietnam, Yugoeslavia, Irak, Libia y hace Siria y se prepara para atacar a Irán, a Rusia de base soviética a través de su testaferro el gobierno dictatorial de Ucrania, etcétera.

Los cambios climáticos hoy son producidos por una combinación geológica en la permanente construcción de la tierra, pero que se ve afectada por una sociedad que no tiene otro interés que la concentración económica, aunque ella objetivamente esté cuestionando la existencia de la vida en la tierra. Todo esto está hoy en Luján, Escobar, La Matanza, etcétera. Y eso no es problema de inversión para paliar lo que se destruye de la mano del capitalismo voraz e inhumano actual.

Es hermosa y dignificante esta acción social pero innecesaria en la previsión de una nueva sociedad en construcción. Sociedad que no permitirá sino que armonizará, como lo hacían culturas durante miles de años, que la evolución de la naturaleza de la vida sea negativa a lo que ella misma creó: el ser humano.

LC director de conclusiones. 14 de agosto de 2015.

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