LEON TROTSKI: 80 AÑOS DE LA VIGENCIA REVOLUCIONARIA DE SU LUCHA Y PENSAMIENTO

“Cuando una necesidad es vital a la vida, a la existencia y su desarrollo ésta se desenvuelve en una permanente condición evolutiva que está siempre presente como parte esencial de la estructura que le dio origen (LC 20/agosto/2020).”

León Cristalli – 20 de agosto de 2020

La primera Revolución Soviética en Rusia de 1905, y después la triunfante de octubre de 1917, tuvieron una particularidad: en ambas condiciones tuvieron a Don León Trotski como presidente del Soviet de Petrogrado, como tenían profunda raíz universal en la lucha de clases que se expresaba en esos momentos en un país, la controvertida zarista y desigual como atrasada Rusia con empresas trasnacionales que explotaban a millones de trabajadores fabriles y campesinos pauperizados en la pobreza extrema sin duda una base social para la revolución nacional , pero que estructuralmente ese curso en Rusia tenía su base en la necesidad social en el mundo de superar lo que ya planteaba el desarrollo del sistema capitalista como nueva forma de esclavismo social como también que con él ya nacía con su enterrador histórico, el proletariado. Fuerzas que concentraron la acción en La Comuna de París en 1871 y luego en la Revolución Soviética de 1917.

Un curso que habían analizado previsoramente Marx y Engels en 1848 con el “Manifiesto Comunista” en el que anunciaron la aparición del proletariado industrial y nacía inevitablemente unido a la del nuevo y avanzado sistema de producción pero no solucionaba la raíz de la crisis de la sociedad antigua en adelante a la feudal y a la que el capitalismo superaría productivamente pero arrastrando lo que era su principal contradicción productiva social con la expropiación del trabajo humano  heredada de todos los sistemas anteriores. Contradicción que en el capitalismo devendrían “a ser antagónicas” a la existencia misma de la especie como ahora lo vemos en todo el planeta expresándose en la aparición de “un bichito que puso patas arriba al capitalismo” (Axel Kicillof) y lo venía planteando desde febrero de 2020, el Leninismo-Trotskismo-Posadismo desde las páginas de su prensa mundial en la IV Internacional, organismo que fuera fundado en 1938 por Don León Trotski. Ello era en tiempo y espacio de la época la aplicación orgánica a la lucha de clases de una necesidad de ese curso histórico de la humanidad en su lucha por la liberación de toda fuerza que oprime y reprime la existencia y del cual la revolución soviética en Rusia había marcado el vértice y dando el nuevo curso al proceso evolutivo de la humanidad.

Don León Trotski vio y organizó su vida en la defensa de lo que, como revolucionario de Pensamiento y aplicación, sabía se había producido y era el cambio del ciclo de la historia, la Revolución Soviética en Rusia. Don León Trotski siempre le dio sentido a su vida por  eso siendo un gran escritor y literato como su insuperable obra: “Historia de la Revolución Rusa” que es vivir desde adentro un curso revolucionario que involucró a millones de seres humanos, como también desarrolló la teoría de “la Revolución Permanente” que sintéticamente previó el curso actual de la humanidad planteando la política necesaria en el “Programa de Transición en 1938”, que hoy es una herramienta fundamental para “salir por arriba” de la crisis capitalista y la nueva condición del mundo que se plantea con la Pandemia y sus consecuencias.

Pero don León Trotski siempre fue Leninista en su concepto del valor de la existencia y por eso como su maestro Vladimir Ilich Uliánov, LENIN, interpretaba el desarrollo de ésta en lo que Lenin concentraba: “Pensamiento y Acción”.  Don León Trotski expulsado del Estado Obrero Soviético que él ayudo a construir, perseguido criminal, canallescamente por una usurpadora burocracia que encaramó a Stalin como su líder y degeneró la base soviética del Estado Obrero, sin bajar nunca los brazos ni su seguridad política en la necesidad del socialismo,  el 9 de enero de 1937 llega finamente exiliado a México y su “Revolución Interrumpida” (J.Posadas 1962), y sin detener su pensamiento y acción funda como necesidad objetiva para la defensa de la URSS y el curso socialista de la historia la IV Internacional, sin moverse un ápice de como antes lo había hecho desde todos los lugares donde participó y dirigió, junto con Lenin y el Partido Bolchevique para el triunfo de la primera revolución proletaria apoyada por el campesino en la historia.

Hoy en el 2020 en que una pandemia destapa una olla mundial en lo que hace a la desintegración del sistema que pasó de la “contradicción” inicial al dialéctico “antagonismo” del progreso social. Una condición que no se da por el convid19, sino que éste desatapa la debilidad estructural de la sociedad capitalista en su etapa final imperialista al mismo tiempo que plantea la necesidad de discutir política, programa para aplicar en la construcción de esa necesidad que es la NUEVA SOCIEDAD, condición imposible sin ir a las fuentes del marxismo y eso no se podría hacer sin tener como base estructural el pensamiento de don León Trotski que a su vez aplicó a su maestro Lenin posterior a la muerte de éste y ahora con J.Posadas.

Pero ver a don León Trotski solo como una versión de “rebeldía” juvenil ante la crisis del sistema sería reducirlo a solo una referencia de la necesidad, cuando el pensamiento de Marx, Engels, Lenin, Trotski, J.Posadas son herramientas únicas, que sin negar otros pensamientos revolucionarios son los esenciales para poder avanzar por sobre la desintegración de la sociedad capitalista imperialista reconstruyendo el proceso y curso de la historia hacía una sociedad que nos muestra e incita cada momento a avanzar como volviendo al comunismo primitivo incorporando toda la experiencia hecha por la humanidad en miles de años en el futuro inmediato y luminoso de la nueva sociedad.

Por eso pensamos y planteamos que no se debe momificar a los maestros, que es además anti materialista dialéctico como pensamiento que analiza la historia de la humanidad, sino que hay que trasladarlo en “tiempo y espacio” a esta etapa que hoy vivimos en todo el orbe y que es la del “sinceramiento del curso de la historia” como venimos analizando desde 1988, curso que ya había sido previsto y descrito en el Manifiesto Comunista por C. Marx y F. Engels en 1848, y debía pasar necesariamente por las experiencias de la Comuna de París (1871) y su confirmación triunfante la Revolución Soviética en Rusia en octubre de 1917 que no podría haberse realizado sin Lenin-Trotski y el partido Bolchevique.   

LEÓN TROTSKI CONSTRUYO EL PENSAMIENTO, J.POSADAS LO APLICO EN TIEMPO Y ESPACIO. AHORA HAY QUE SINCERARLO

Hay una nueva condición del curso de la historia, que ya había comenzado en la URSS con el proceso de “regeneración parcial” como analizó J.Posadas desde 1968, la que sin negar la necesidad de la “revolución política” prevista por Don León Trotski, se estaba desenvolviendo en una condición nueva y distinta de la época de don León Trotski, ello hacía necesaria su aplicación en tiempos y espacios como planteó J.Posadas y que lo planteara Don León Trotski en su tiempo, había que defender la URSS y al mismo tiempo combatir su burocratización pero para la nueva etapa después de stalinismo, curso se desarrollaba en forma desigual y combinado.

Y ese era el papel de la ultimas direcciones de la URSS como fue la de Yuri Adropov que intentó volver a los orígenes de la revolución de octubre, pero que luego de su extraña muerte aparecería con el tiempo y desde sus entrañas la burocracia funcionaria y administrativa fuera del mismo PCUS que socialmente apoyada había crecido producto de un Estado Obrero degenerado, vomitó un Gorbachov, al que calificamos del “relojero para desarmar la URSS” (LC1988) porque su “tarea”-como últimamente lo reconoce-, exigía esa precisión para intentar desarmar lo que la historia y el pueblo soviético habían construido y sostenido durante 70 años aun conviviendo en el Estado Obrero degenerado por una estúpida burocracia. Un pueblo que fue capaz de derrotar al primer y serio intento imperialista desde 1939 de instaurar mundialmente una sociedad esclavista apoyada en el desarrollo tecnológico de la época como era el nazismo y Hitler su cabeza, entregando el pueblo soviético 25 millones de muertos en la lucha contra el nazismo en la II Guerra mundial y que finalmente fueron artífices de la derrota nazi.

Por eso hoy el pueblo soviético sostiene el pensamiento de Lenin, como su mausoleo en expresión viva de inquebrantable seguridad social en la nueva sociedad, como estructuralmente es bolchevique y por tanto trotskista en su sentimiento. Pero ahora hay una nueva condición que replantea la necesidad del progreso de la historia de la civilización y la humanidad como objeto y sujeto de ello.

Nosotros recordamos a Don León Trotski muy lejos y opuesto a cualquier recordatorio que termine enterrándolo en la historia aun cuando se quiera hacer un “homenaje”, porque como escribió J.Posadas en el “Pensamiento Vivo de Trotski”, éste vive en su pensamiento y su acción a través de todas las luchas de los pueblos del mundo y evoluciona vivo desde su raíz a poder dar las herramientas, como lo hizo J.Posadas, que lo desenvolviera en el análisis de los procesos del mundo, de la crisis de los países imperialistas, de los levantamientos de la juventud estadounidense, de los negros, latinos,  de cómo la lucha social se expresa en el movimientos nacionalistas antimperialistas, del papel de los Estados Revolucionarios, de los procesos de transición. Eso es ver vivo a Don León Trotski y su teoría de la revolución permanente, de sentir en cada curso que no hay retroceso de la historia, sino adecuación en los términos objetivos del curso y su sinceramiento.

Pero lo que nuestros maestros no podían exponer las formas de este curso irreversible de la historia se daría 170, 100 o 40 años después más allá que sí está claro y profundo el pensamiento que ellos construyeron y desarrollaron. Tanto como lo fue en su tiempo y espacio la irrupción del proceso industrial y el nacimiento del capitalismo desde el renacimiento de la cultura, el arte, o los griegos en más de mil quinientos años antes con lo que le dio sentido a la vida en aquel espacio y tiempo.

Don León Trotski está vivo y camina su pensamiento por el mundo en los millones de jóvenes que en los EEUU se plantean el socialismo contra el imperialismo gobernante, tal cual lo previeron Marx y Engels se desenvolvería la historia avanzando en los países más desarrollados. O con Lenin en su obra monumental “El Estado y la Revolución”, o don León Trotski con su pensamiento político y literario revolucionario o J.Posadas, su mejor alumno y aplicador cuando desenvolvió “Del Nacionalismo al Estado Revolucionario y al Estado Obrero”.

Nosotros hemos llevado con alegría, fuerza y dolor a donde están las cenizas de Don León y Natalia, el pensamiento de amor comunista conque él construyó parte esencial que hace a lo que hoy está planteado en todo el planeta. Reconstruir la sociedad sobre nuevas y sólidas bases de la solidaridad y el amor humano en la forma colectiva, social en que se apoyará la nueva sociedad socialista en un futuro no lejano y que hoy nos exige no venerar su figura, ni la de Marx, Engels, Lenin, Posadas y los millones de revolucionarios que asumieron su papel en la lucha de clases, sino en cómo poder aplicarlos siendo dignos con nosotros mismos porque ya no se trata de experiencias a desenvolver sino en encarar construir el “pensamiento y acción” en el camino a una NUEVA SOCIEDAD y allí Don León Trotski, su pensamiento y su obra son herramienta y pilar en que necesariamente estamos apoyándonos y como cientos de millones lo hacen vivir porque su Pensamiento y Lucha política no pudo ser asesinada. Don León Trotski está vivo en todo el mundo porque es una necesidad del curso de la historia.

LC 20 de agosto 2020  

Fundación.j.posadas@gmail.com

 

 

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