Rusia: fuerzas productivas y soberanía informática

Yes, we scan!

En contexto. El imperialismo, la red de redes y la «aldea global»

En la actualidad es probable que ningún analista serio pueda negar el hecho de que los Estados Unidos constituyen un estado militarista, (para) policíaco y carcelario donde el espionaje – made in NSA, CIA, FBI o DEA- reina sin contrapeso. Una verdad apenas disimulada por el simulacro de una «democracia» formal que demanda un bajo nivel de participación política de las masas a la par que un alto nivel de desculturización que se apoya en el control de los medios de comunicación en manos de un puñado de corporaciones y se expresa en la más ignominiosa ignorancia de «la gente» sobre elementales asuntos de «cultura política general». Así es como al complejo militar industrial, que concentra el 40/50 % del presupuesto militar mundial, se le une el «complejo industrial presidiario» con el crecimiento geométrico de las lucrativas cárceles privadas pobladas no precisamente por hombres blancos de la alta burguesía imperialista. Otro tanto ocurre en el campo de los medios de comunicación de masas «más tradicionales» como la prensa impresa, la televisión, el cine, la radio, etc., donde su transformación en propiedad de capitales privados -sometidos a las leyes generales de la acumulación capitalista, verbigracia la ley de concentración y centralización del capital,- es una herramienta vital para «orientar» a la opinión pública más cerca del american way of life que de todo aquello que pueda generar el reino del «populismo», la «demagogia» o, mucho peor aún, del comunismo. 1)Es esta una buena oportunidad para recordar las hilarantes líneas de Sacha Baron Cohen en su film de 2012 El Dictador, interpretando precisamente al dictador de la ficticia República de Wadiya (Almirante General Aladeen), quién en defensa de las dictaduras de juguete, a las que suele combatir el imperialismo -cuando sus intereses no le llevan a defenderlas y/o a crearlas-, nos habla de las bondades de un régimen dictatorial imaginario que «paradójicamente» produciría los mismos resultados que la «democracia» realmente existente en Estados Unidos : «¿Por qué se oponen tanto a los dictadores? Imagínense si EE. UU. fuera una dictadura. El 1% de la población podría acaparar toda la riqueza del país. Enriquecerían más a sus amigos ricos bajándoles los impuestos……y rescatándolos cuando corren riesgos y fracasan. Podrían ignorar las necesidades médicas y educativas de los pobres. Sus medios parecerían libres……pero realmente los controlaría una persona y su familia. Podrían intervenir los teléfonos, torturar a reos extranjeros. Podrían arreglar las elecciones. Podrían mentir sobre por qué van a la guerra. Podrían llenar sus cárceles……con un solo grupo racial y nadie se quejaría. Podrían usar los medios para espantar al pueblo……y hacer que apoye políticas contra sus intereses. Sé que esto es difícil de imaginar para los americanos…pero por favor, intenten.»

Sin embargo, en años más recientes, es indudable que donde más creció la «leyenda» del Gran Hermano Imperialista es en la llamada «red de redes». Y precisamente lo ha hecho a caballo de las famosas «revelaciones» (Junio 2013) del ex empleado de la CIA y la NSA, Edward Snowden, acerca del funcionamiento de PRISM: un bonito programa de vigilancia electrónica con el que estados unidos pretendió poner bajo control el desarrollo de las comunicaciones vía web a nivel mundial. Sin ánimos de caer en la frivolidad del autoelogio, un año antes de filtrarse las mentadas «revelaciones» nosotros escribíamos en el #27 de la Revista Conclusiones (Marzo 2012), en relación al debate sobre las leyes SOPA y PIPA que

el objetivo del imperialismo es emplearla como una herramienta para controlar el flujo de datos e información en la red. En una reciente conferencia de seguridad informática RSA, los representantes de la Casa Blanca, el Departamento de Defensa (DoD) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) afirmaron que para salvaguardar los intereses de EE. UU. debían adoptar un papel más activo. El DoD está obligado a reducir su presupuesto en medio billón de dólares a lo largo de la próxima década, pero el gasto en ciberdefensa aumentará, como explicó el secretario adjunto de defensa A. Carter.

El imperialismo está desarrollando una enorme capacidad para procesar gran cantidad de datos que deberían quedar en el terreno de las comunicaciones personales (en 2007 la inteligencia estadounidenses tenía la capacidad de procesar cada año 9 trillones de correos electrónicos, mil millones de llamadas a través de celulares, y el 90% de las transmisiones de datos por Internet). Además, en el nombre de la guerra contra el terrorismo, las empresas de telecomunicaciones están obligadas a cooperar con la NSA. En ese sentido no hay que ser demasiado perspicaz para darse cuenta que en defensa de los derechos de autor se aplicará la SOPA para generar mecanismos de censura previa para controlar a laopinión públicade Internet. 2)¡Otra vez SOPA!: una carrera imperialista a contra reloj del progreso humano, Luis Cantero (luisgac), Revista Internacional Conclusiones #27, Marzo 2012, pp. 31-32.

En realidad el uso masivo y sistemático del espionaje como herramienta para controlar los procesos políticos aun en relación a países capitalistas históricamente aliados no es ninguna novedad en el campo imperialista. Mencionemos solo por dar un ejemplo el caso del «Golpe Olvidado» que Estados Unidos y Gran Bretaña, mediante la CIA y el MI6 respectivamente, pergeñaron contra el Gobierno del socialdemócrata australiano Gough Whitlam (1972/75), quién bajo su mandato «terminó con el servilismo colonial de su país. Abolió el patrocinio real, llevó a Australia hacia el Movimiento de Países No Alineados, apoyó las llamadas «zonas de paz» y se opuso a las pruebas de armas nucleares». 3)El Golpe Olvidado, Como los EE.UU. y Gran Bretaña Aplastaron el Gobierno de su ‘Aliado’ Australia, Jhon Pilger, telesurtv.net, Octubre 2014.

Pero la especificidad del caso Snowden reside fundamentalmente en el nivel de las «revelaciones», más aún que en el cinismo y la impunidad con la que el imperialismo somete a su propio «mundo libre» a la maquinaria de espionaje. Noticias tales como «Estados Unidos espió los teléfonos móviles de 35 líderes mundiales», «La NSA intercepta el 98% de las comunicaciones de América Latina», «EE.UU. espió las llamadas de la Cancillería Federal de Alemania», «La NSA espía hasta el teléfono del avión y el móvil personal de Dilma Rousseff», etc., son hoy parte de la vida cotidiana y contribuyen a reducir todos los metarrelatos ideológicos burgueses sobre el imperio de la libertad individual bajo el capitalismo en meros chistes de salón.

Ahora bien, lo que más nos interesa en este caso son los aspectos técnicos de la ingeniería imperialista de espionaje: las llamadas backdoors que la NSA con la activa colaboración de los gigantes del software -Microsoft, Apple- y los gigantes de internet -Google, Facebook, Twitter, etc.- diseminan aun en lo profundo de la red de redes para manipular la «aldea global».

Puesto que sí existen alternativas para escapar al control del Gran Hermano Imperialista: aquí la lucha de clases contra la opresión capitalista también cuenta como aliado a la ley del desarrollo progresivo de las fuerzas productivas. Es que la mejor estrategia para contrarrestar al imperialismo en este terreno pasa por la adopción del software -y el hardware- libre. ¿Esto se debe a qué se puede decir con una certeza del 100% que el software libre es totalmente inmune a backdoors imperialistas? No, de hecho varias grandes empresas que contribuyen con código fuente al kernel de Linux como Intel podrían llegar a estar legítimamente sospechadas. El propio Linus Torvalds fue ‘invitado’ por las agencias de inteligencia a instalar una puerta trasera en Linux, según reconoció el creador del kernel en un LinuxCon celebrado en Nueva Orleans (2013). La adopción del SL como una mejor alternativa respecto al software propietario esta en función de las llamadas 4 libertades que establece la Free Software Foundation ( libertad de usar, estudiar/modificar, distribuir y mejorar un determinado programa informático) que sí garantizan el necesario control de la sociedad sobre los programas informáticos, a la inversa de lo que sucede en las aplicaciones propietarias cuyo código fuente no puede ser socialmente auditado y, por tanto, es más proclive a estar infectado con backdoors imperialistas.

Rusia en camino a la plena soberanía informática: el desarrollo de un nuevo sistema operativo nacional

Bajo estas premisas resulta evidente que para los países del BRICS es altamente prioritario ponerse a resguardo de las backdoors imperialistas a través de la adopción del software libre como método de afirmación de su soberanía informática. En especial para lo que el director de la Revista Conclusiones, León Cristalli, califica como la «Rusia de base social soviética», que hoy se desenvuelve en un favorable contexto en que el ciclo del «desvío histórico transitorio» (JH, 1990) está agotando su «fase B» dando lugar al curso regenerativo parcial del Estado Obrero Soviético. En donde luego del fracaso de la restauración capitalista, que significó un colapso gigantesco al nivel del desarrollo de las fuerzas productivas soviéticas, con una tasa media de crecimiento negativa del producto bruto de 1990 a 1998 en torno al – 6,1 %, que inhibió un pleno acople del modo de producción capitalista que se intentó restaurar con la formación política e ideológica de la sociedad soviética, el Estado se vio obligado a recuperar su papel central en la economía controlando áreas estratégicamente claves (Energía, Transportes, Defensa, etc.) contando con el creciente apoyo de las masas que nunca se entregaron al capitalismo.

Es bajo esa línea general que el Gobierno ruso, atento al creciente enfrentamiento objetivamente de Sistema contra Sistema que lo pone en contradicción antagónica con el mundo imperiocapitalista, está encaminado a cumplir un rol de vanguardia en el BRICS en lo que respecta a soberanía informática. En ese sentido, desde Octubre de 2010 es sabido que Rusia busca el desarrollo de un sistema operativo nacional basado en Linux esponsorizado por el Estado para satisfacer las necesidades de la administración pública con el objetivo de romper la dependencia tecnológica -con la brecha de seguridad que esto supone- que aún lo ata al software de Estados Unidos. Hoy contamos con más datos que confirman dicha orientación 4)En la lista que sigue nos hemos basado en datos recopilados por la web del replicante.:

  1. En el segmento PC (ordenadores de escritorio y servidores) la solución que está adoptando Rusia pasa por combinar el uso de Linux y ReactOS, un clon libre de Windows creado a partir de ingeniería inversa con la finalidad de lograr plena compatibilidad con aplicaciones y controladores diseñados para MS Windows. En el caso de GNU/Linux, que ha sido adoptado como primera alternativa, hay dos proyectos originarios de Rusia que contribuirán al nacimiento del nuevo sistema operativo nacional: Alt Linux y ROSA Lab. Alt Linux es una veterana distribución cuya primera versión data del año 2001 que destaca por ser el sistema operativo del supercomputador más potente de Rusia. ROSA Lab, por su parte, se caracteriza por su posicionamiento como una distribución profesional con un calendario de desarrollo que incluye lanzamientos regulares y versiones de soporte extendido por cinco años.
  2. En cuanto a la plataforma para sistemas móviles, todo parece indicar que Rusia también adoptará una solución propia basada en Sailfish OS, un sistema operativo móvil que corre bajo un núcleo Linux, y es desarrollado por una compañía finlandesa llamada Jolla. Esto es lo que confirmó el propio ministerio ruso de comunicaciones luego de una reunión realizada el pasado 14 de Mayo de 2015, entre el Ministro de Comunicación de la Federación Rusa Nikolai Nikiforov, directivos de la compañía finlandesa Jolla y representantes de la industria de Tecnología Informática Rusa: el objetivo es crear una empresa de carácter internacional en la que además de los accionistas rusos, chinos y finlandeses ya presentes, se incorporen otros países del BRICS como Brasil y Sudáfrica. Se apuesta a obtener, a 10 años, una cuota del 50 % de un mercado que actualmente se reparte entre Android e iOS con un 81 y un 15% respectivamente.
  3. Adicionalmente la soberanía informática en el plano del software no estaría completa sino se cuenta con una sólida base tecnológica al nivel del hardware, pues se sabe que las placas base y procesadores pueden venir con backdoors imperialistas incorporados en el firmware. De ahí que el gobierno ruso está intentando encontrar un sustituto a los procesadores Intel/AMD, utilizados en la administración estatal. La intención del ministerio de industria consistió en reemplazarlos de forma gradual a partir de enero de 2015 por un producto nacional, el procesador Baikal de 8 núcleos diseñado por la empresa rusa T-Platforms, con arquitectura ARM Cortex-A57 64 bits, frecuencia de 2GH, y fabricado con tecnología de 28 nanómetros, al que seguiría un segundo diseño de microchips todavía más potente de 16 núcleos para finales de 2016 y tecnología en este caso de 16 nm., en ambos casos con sistema operativo GNU/Linux. Lo que se busca es satisfacer la demanda anual del sector público que actualmente oscila alrededor de los 700 mil ordenadores personales y 300 mil servidores por un valor de 800 millones de dólares.
  4. Entre los sectores de la administración pública que han migrado a software libre se encuentran el ejército, la policía y diversas agencias de inteligencia como la FSB (antigua KGB), que cuentan con su propia distribución de GNU/Linux: Astra Linux. Por su parte el Ministerio de Salud anunció en Agosto de 2014 la migración, para antes de finales de 2015, de sistemas propietarios como Oracle y Microsoft a diversas soluciones basadas en software libre, como parte de un plan que se extenderá a todo el sector público para el 2020 lográndose la independencia tecnológica respecto a Estados Unidos tanto en software como en hardware. Así mismo, la empresa estatal JSC Russian Helicopters, líder en la fabricación de helicópteros tanto civiles como militares, que concentra el 14% de las ventas mundiales contando con más de 8500 modelos operando en alrededor de un centenar de países, está trabajando en cambiar todos sus sistemas hacia soluciones nacionales y de código abierto.
  5. Esta claro que no solo importan los avances en materia de implementación del software libre en la administración pública. También es menester obstruir el paso a nuevos desarrollos del software privativo en el sector público en punto a evitar el surgimiento de nuevas dependencias tecnológicas y nuevas vulnerabilidades de seguridad. De esa necesidad es que surge una reciente iniciativa comandada por el actual vicepresidente de la Duma, Nikolai Vladimirovich Levichev, para que Windows 10 sea prohibido en todas las administraciones y agencias del Estado, porque lo considera una amenaza a la seguridad nacional. El punto es que no solo Microsoft, Windows 10 mediante, puede recopilar todo tipo de información personal (contraseñas, datos de contacto de usuario, historial de navegación, geolocalización de dispositivos conectados, datos de correo y mensajería, etc.), sino que según los términos de la licencia de Windows 10 dicho flujo de datos e información puede ser almacenado en el extranjero (por ejemplo en Estados Unidos) por tiempo ilimitado. Esto es algo que entra en contradicción con una reciente ley rusa que establece que los datos personales de sus ciudadanos/usuarios deben ser procesados y almacenados en el país. Contradicciones jurídicas al margen, la contrastada “colaboración” de Microsoft con la NSA debería ser suficiente para que el modo en que esta corporación multinacional norteamericana gestiona la llamada información personal de los usuarios de sus productos sea considerada una amenaza a la “seguridad nacional”, tanto como para que esta iniciativa prospere.

Resumiendo: las libertades inherentes al principio del conocimiento libre 5)El conocimiento libre en tanto que corriente epistemológica se podría decir que es una generalización realizada a partir de las teorías y experiencias acumuladas por el movimiento del software libre. Es por eso que frecuentemente se habla de «las libertades del conocimiento libre» de la misma manera que también se mencionan las «libertades del software libre», y de hecho se suele enumerarlas de la misma forma desde el nivel de libertad cero al tres. Estas, muy sucintamente, son: libertad (0) de adquisición y aplicación del conocimiento; libertad (1) de adaptación del conocimiento a las necesidades del adquisidor; libertad (2) de compartir el conocimiento; libertad (3) de compartir un conocimiento previamente adaptado y/o mejorado por su adquisidor. Va de suyo que para que las libertades 1 y 3 se concreten en la realidad las fuentes del conocimiento deben ser libremente editables o modificables. Se considera además que el conocimiento es inherentemente libre y que, por lo tanto, los sistemas de patentes y derechos de autor se erigen como «límites artificiales» al desenvolvimiento del mismo. Acerca de esto último consúltese el conocido ensayo de la Fundación Vía Libre, MABI, Monopolios Artificiales sobre Bienes Intangibles. no solo se constituyen combinadamente en una herramienta que contribuye realmente al ejercicio de la soberanía tecnológica de los pueblos. La creciente apropiación colectiva de dichas libertades implica también una muestra cabal de la rebelión de las fuerzas productivas que no se expresa únicamente en los ciclos recesivos y/o depresivos de la economía mundial capitalista, cada vez más recurrentes y pronunciados, que evidencian el desfase histórico de las relaciones capitalistas de producción. Obsérvese sino cómo en una de las esferas más dinámicas de actividad económica surge un sector al que la ley del valor no regula directamente: no existe la apropiación privada capitalista del producto del trabajo científicamente creativo ni la transformación de la mercancía en dinero media la apropiación social de las aplicaciones informáticas y su código fuente. Es verdad, no obstante, que sí el software libre se ha posicionado como una alternativa real, esto se debe en parte a que su implementación como modelo de negocio capitalista es exitoso 6)Véase el informe de Oxford Economics encargado por WIPRO: The Open Source Era -a excepción de los modelos basados en la pura venta de licencias de software. Pero sin las condiciones técnicas adecuadas (hardware) el software libre sencillamente no pasaría de ser una posibilidad formal. Es por eso que la rebelión de las fuerzas productivas aparece aquí en función de alianza objetiva con la lucha mundial de clases de los oprimidos en la búsqueda de un nuevo modelo de integración mundial que rompa la estructura imperialista de la concentración transnacional del capital.

Economía planificada vs economía del empirismo

A modo de conclusión es importante señalar que lo mas arriba expuesto por sí mismo tiene una importancia muy relativa. En cambio, adquiere real relevancia cuando enfocamos esta problemática en la totalidad de un mundo actualmente signado por la persistencia de la carrera armamentista y el «retorno a la guerra fría» evidenciando que 1) la lucha Sistema contra Sistema como fase superior de la lucha mundial de clases sigue vigente dado que 2) el fracaso de la restauración capitalista en la ex URSS está obligando a retomar el curso regenerativo del estado obrero y su inevitable vínculo con el proceso de la revolución socialista mundial.

En última instancia, es este el modo en que la Humanidad se prepara para resolver revolucionariamente la contradicción antagónica existente entre la rebelión de las fuerzas productivas, en una nueva era en que las tecnologías más recientes de fabricación 4D apuntan a la automación total de los procesos productivos, y la revolución digital convierte en un anacronismo al sistema del intercambio privado de productos individuales de trabajo 7)Esto, aplicado al plano del «trabajo artísticamente creativo», condujo en los últimos 10 a 15 años a los grandes jugadores transnacionales de la industria discográfica al ridículo mas espantoso, dada su notoria incapacidad para ajustar su vetusto modelo de negocios a las nuevas realidades planteadas por la revolución digital que en la práctica permite la redistribución vía web de contenidos multimedia a un ritmo siempre creciente lo que asegura un acceso virtualmente ilimitado a los mismos. Desde solicitarle (Universal) a Mr Google el bloqueo de la IP 127.0.0.1 (vale agregar: su propio localhost), hasta arruinar a una mujer de Minesota, pasando por todo tipo de campañas publicitarias sobrestimando el daño que la priatería estaría causando a sus abultadas arcas, con la finalidad de disuadir a la gente de continuar haciendo vía online algo que venía realizando desde hace décadas: copiar y compartir. El problema es que independientemente del capital invertido en los medios de producción y en la fuerza de trabajo necesarios para producirlo, un producto digital puede o podría ser reproducido -legal o ilegalmente- a un nivel en que la elasticidad marginal de la demanda se aproxime o sea igual a cero, de modo que tiene poco sentido asignarle un «precio» para su distribución. Esta realidad, a la corta o a la larga, no puede ser eludida no importa cuantas leyes de «propiedad intelectual» -forma institucionalizada de la expropiación privada del trabajo científica o artísticamente creativo- o sistema DRM generen los popes de la industria y sus lacayos políticos y jurisconsultos. Las restricciones legales o técnicas contra la «piratería» pueden otorgarle un poco de oxígeno suplementario a capitalistas que insisten en mantener en plena era digital un modelo de negocio capitalista clásico diseñado en una era en que lo más avanzado era el cable telegráfico transocéanico. Pero esa es una carrera a contra reloj del progreso condenada de antemano al fracaso., y por ende la base misma del capitalismo global, por un lado y, por el otro, la supervivencia del peor régimen distópico de servidumbre inimaginable: la servidumbre al mercado capitalista, donde todos los males identificables relacionados a la sociedad burguesa, como la propensión a las crisis, las desigualdades sociales y la marginalidad creciente, se le imponen como leyes económicas objetivas absolutamente incontrolables e independientes de su voluntad. La revolución científico técnica ciertamente ha devenido en la principal fuerza productiva del capitalismo actual. Pero el sistema usa el progreso tecnocientífico, a partir de una creciente explotación de la fuerza de trabajo socialmente combinada del obrero colectivo, no como método de organización científica de la sociedad, sino únicamente para sus fines egoístas: la perpetua valorización del valor como un fin en sí mismo y el hombre -víctima de su propia creación, de su propia forma de organización económica de la producción- como medio de incrementar la riqueza enajenada, y no la riqueza social al servicio del desarrollo del máximo potencial individual como condición previa al desarrollo de todos. Solo así se explica que más producción y consumo no generen necesariamente progreso peroobesidad mórbida, de un lado, y desnutrición abierta y oculta del otro, una irracionalidad global que empero es compatible con la racionalidad parcial que impera a escala micro económica: la maximización del margen bruto de ganancias sobre costos.

De ahí que Posadas, en línea con los clásicos del marxismo, sostenía que el capitalismo es una economía del empirismo, no una economía científicamente organizada para satisfacer las necesidades del hombre: el capital solo explota la ciencia como una forma de saciar su, paradójicamente insaciable, sed de plusvalor. Esto es así porque en un sistema de asignaciones descentralizadas y determinación privada de la inversión, la adaptación de la producción a las necesidades sociales solo se logra empíricamente -y no científicamente– a través de un largo proceso de ensayo y error, en que el equilibrio dinámico entre los sectores de la producción social -al que debería tender todo sistema económico- aparece más como un paréntesis que una norma de funcionamiento, en el ámbito de una economía del empirismo, insistimos, que va de desequilibrio en desequilibrio. Es por eso que las recurrentes “crisis de las deudas externas”, que convierten en económicamente inviables a países enteros, no son otra cosa que el producto derivado de la ley del desarrollo internacionalmente desigual del modo de producción capitalista o, para decirlo de otra forma, de la caótica economía del empirismo. Piénsese en que la deuda externa de países como Grecia o España puede ser reestructurada, ¿pero acaso puede reestructurarse la gigantesca deuda externa estadounidense sin que se venga abajo el espacio de valor del dólar y con él todo el sistema imperialista? Frente al caos económico imperante es necesario coordinar esfuerzos en pos de un nuevo modelo de integración mundial basado en la libre transferencia de tecnologías, en la nivelación de las condiciones de producción partiendo de la cooperación interestatal en el sector público, y la libre movilidad de las fuerzas del trabajo. Saludamos el papel de vanguardia de Rusia/URSS en el camino de la plena soberanía informática del BRICS como parte de este nuevo modelo de integración mundial que se va perfilando como antagónico al capitalista.-

Luisgac, 25082015.

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Referencias   [ + ]

1. Es esta una buena oportunidad para recordar las hilarantes líneas de Sacha Baron Cohen en su film de 2012 El Dictador, interpretando precisamente al dictador de la ficticia República de Wadiya (Almirante General Aladeen), quién en defensa de las dictaduras de juguete, a las que suele combatir el imperialismo -cuando sus intereses no le llevan a defenderlas y/o a crearlas-, nos habla de las bondades de un régimen dictatorial imaginario que «paradójicamente» produciría los mismos resultados que la «democracia» realmente existente en Estados Unidos : «¿Por qué se oponen tanto a los dictadores? Imagínense si EE. UU. fuera una dictadura. El 1% de la población podría acaparar toda la riqueza del país. Enriquecerían más a sus amigos ricos bajándoles los impuestos……y rescatándolos cuando corren riesgos y fracasan. Podrían ignorar las necesidades médicas y educativas de los pobres. Sus medios parecerían libres……pero realmente los controlaría una persona y su familia. Podrían intervenir los teléfonos, torturar a reos extranjeros. Podrían arreglar las elecciones. Podrían mentir sobre por qué van a la guerra. Podrían llenar sus cárceles……con un solo grupo racial y nadie se quejaría. Podrían usar los medios para espantar al pueblo……y hacer que apoye políticas contra sus intereses. Sé que esto es difícil de imaginar para los americanos…pero por favor, intenten.»
2. ¡Otra vez SOPA!: una carrera imperialista a contra reloj del progreso humano, Luis Cantero (luisgac), Revista Internacional Conclusiones #27, Marzo 2012, pp. 31-32.
3. El Golpe Olvidado, Como los EE.UU. y Gran Bretaña Aplastaron el Gobierno de su ‘Aliado’ Australia, Jhon Pilger, telesurtv.net, Octubre 2014.
4. En la lista que sigue nos hemos basado en datos recopilados por la web del replicante.
5. El conocimiento libre en tanto que corriente epistemológica se podría decir que es una generalización realizada a partir de las teorías y experiencias acumuladas por el movimiento del software libre. Es por eso que frecuentemente se habla de «las libertades del conocimiento libre» de la misma manera que también se mencionan las «libertades del software libre», y de hecho se suele enumerarlas de la misma forma desde el nivel de libertad cero al tres. Estas, muy sucintamente, son: libertad (0) de adquisición y aplicación del conocimiento; libertad (1) de adaptación del conocimiento a las necesidades del adquisidor; libertad (2) de compartir el conocimiento; libertad (3) de compartir un conocimiento previamente adaptado y/o mejorado por su adquisidor. Va de suyo que para que las libertades 1 y 3 se concreten en la realidad las fuentes del conocimiento deben ser libremente editables o modificables. Se considera además que el conocimiento es inherentemente libre y que, por lo tanto, los sistemas de patentes y derechos de autor se erigen como «límites artificiales» al desenvolvimiento del mismo. Acerca de esto último consúltese el conocido ensayo de la Fundación Vía Libre, MABI, Monopolios Artificiales sobre Bienes Intangibles.
6. Véase el informe de Oxford Economics encargado por WIPRO: The Open Source Era
7. Esto, aplicado al plano del «trabajo artísticamente creativo», condujo en los últimos 10 a 15 años a los grandes jugadores transnacionales de la industria discográfica al ridículo mas espantoso, dada su notoria incapacidad para ajustar su vetusto modelo de negocios a las nuevas realidades planteadas por la revolución digital que en la práctica permite la redistribución vía web de contenidos multimedia a un ritmo siempre creciente lo que asegura un acceso virtualmente ilimitado a los mismos. Desde solicitarle (Universal) a Mr Google el bloqueo de la IP 127.0.0.1 (vale agregar: su propio localhost), hasta arruinar a una mujer de Minesota, pasando por todo tipo de campañas publicitarias sobrestimando el daño que la priatería estaría causando a sus abultadas arcas, con la finalidad de disuadir a la gente de continuar haciendo vía online algo que venía realizando desde hace décadas: copiar y compartir. El problema es que independientemente del capital invertido en los medios de producción y en la fuerza de trabajo necesarios para producirlo, un producto digital puede o podría ser reproducido -legal o ilegalmente- a un nivel en que la elasticidad marginal de la demanda se aproxime o sea igual a cero, de modo que tiene poco sentido asignarle un «precio» para su distribución. Esta realidad, a la corta o a la larga, no puede ser eludida no importa cuantas leyes de «propiedad intelectual» -forma institucionalizada de la expropiación privada del trabajo científica o artísticamente creativo- o sistema DRM generen los popes de la industria y sus lacayos políticos y jurisconsultos. Las restricciones legales o técnicas contra la «piratería» pueden otorgarle un poco de oxígeno suplementario a capitalistas que insisten en mantener en plena era digital un modelo de negocio capitalista clásico diseñado en una era en que lo más avanzado era el cable telegráfico transocéanico. Pero esa es una carrera a contra reloj del progreso condenada de antemano al fracaso.