Manifiesto del 1ro de Mayo de 2015

A LOS 129 AÑOS DE LOS MÁRTIRES DE CHICAGO: EL IMPERIALISMO HA PERDIDO SU HEGEMONÍA SOCIAL DEL MUNDO

Han pasado 129 años del levantamiento proletario (1886) en diversas ciudades de los EEUU para exigir la aplicación de la Ley de Ocho Horas de trabajo que era ignorada por las patronales. Pero históricamente quedarán registrados estos acontecimientos como la de los “Mártires de Chicago” porque fue el Estado norteamericano el que “juzgó”, con absoluta parcialidad en función de la política del sistema capitalista, a dirigentes obreros que culminó con el “legal” asesinato de Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista), August Spies (alemán, 31 años, periodista), Adolph Fischer (alemán, 30 años, periodista), Georg Engel (alemán, 50 años, tipógrafo). Louis Linng (alemán, 22 años, carpintero), Michael Swabb (alemán, 33 años, tipógrafo), Samuel Fielden (inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil), Oscar Neebe (estadounidense, 36 años, vendedor). El nueve de octubre se dictó la sentencia de muerte para Albert Parsons, August Spies, Adolph Fischer y Georg Engel, morir en la horca. Louis Linng, se había “suicidado” antes en su propia celda. A Michael Swabb y Samuel Fielden, les fue conmutada la pena por cadena perpetua; a Oscar Neebe, lo condenaron a 15 años de trabajos forzados.

En 1889 el Congreso Socialista celebrado en París en homenaje a los Mártires de Chicago adoptó el 1ro. de Mayo de cada año como homenaje a la lucha por la Ocho Horas y en recordación a los mártires asesinados por la justicia de los EEUU. Una recordación mundial y fecha que es ignorada por el estado imperialista de los EEUU. Sin embargo en la recusación al juez Gary -que dictó las condenas- se puede ver claramente en estos 129 años cumplidos por la lucha de clases en los EEUU y el mundo, lo que el compañero A. Spies, dirigiéndose al juez, fijó una revolucionaria sentencia social: Si Ud. cree que ahorcándonos puede eliminar al movimiento obrero, el movimiento del cual millones de pisoteados, millones que trabajan duramente y pasan necesidades y miserias esperan la salvación, si esa es su opinión, entonces ahórquenos. Así aplastará una chispa, pero acá y allá, detrás de Ud. y frente a Ud. y a sus costados, en todas partes se encienden llamas. Es un fuego subterráneo. Y Ud. no podrá apagarlo”.

El sistema capitalista en su desarrollo generó el imperialismo como su fase superior, como analizaron Marx y Engels y previó el genio revolucionario de Vladimir Ilich Lenin. Hoy es el principal exponente del sistema mundial de producción y acumulación capitalista. Ejercer esta función intentando ser la cabeza hegemónica de la humanidad no le es gratuita históricamente ni tampoco permitida por las dos fuerzas que hoy son el eje en la relaciones de la clases en el mundo. La lucha de clases y la rebelión de las fuerzas productivas, ambas inseparables en todo lo que hace a la sociedad humana y desde allí a la naturaleza y el cosmos. El imperialismo, no en solitario sino como cabeza del sistema capitalista mundial, ha perdido la hegemonía que durante algunos pocos años pudo ejercer después de la caída de la burocracia soviética, y que la dirección política del sistema capitalista mundial consideró como el fin de las ideologías y el triunfo el capitalismo.

Sin duda que, por ejemplo, en la reciente “Cumbre de Presidentes de América en Panamá”, esa hegemonía quedó en el desván de los recuerdos imperialistas de otra época. De otros tiempos y espacios. Y aún sin la existencia del campo socialista y la URSS de otra etapa de la humanidad, el imperialismo tuvo que resignar conducción y Barack Obama solo ser un cartero sin tener quien le reciba las cartas documentos que en otra etapa hacían temblar a las burguesías o a los mismos capitalismos nativos. Su hegemonía está tan desarticulada que al mismo tiempo esto lo empuja por naturaleza histórica a acelerar la guerra mundial contrarevolucionaria contra los gobiernos progresistas y los pueblos del mundo. Esos son los golpes “blandos” o mediáticos, como también los proyectos de agresión mundial en Ucrania, Medio Oriente, Siria, Yemen, etc. Es la presión, en alianza con Inglaterra y Alemania, para someter a los ´pueblos europeos en base a los acuerdos de Maastricht que dieron lugar a la Comunidad Europea actual y el Euro como reaseguro del dólar en nuestra opinión. Pero Putin y China negocian con las burguesías europeas acuciadas por las crisis internas en Italia, España, Suecia, Noruega, Finlandia, y los ex Estados Obreros cuyas direcciones se desintegran en medio de esta situación.

Todo un curso donde la hegemonía imperialista en otra época se sentía con la autoridad de imponer políticas económicas y sociales y ahora, incluso en la misma OTAN, le aparecen grietas porque no quieren ser siempre “el pavo de la cena”. Es en esta situación que el papel de Rusia soviética, China Popular y el BRICS avanza en la concurrencia y le quita poder económico y político al imperialismo. Lo desarticula en su papel que él creía hegemónico en la anterior etapa del fin de las ideologías. Nada de ello podría pasar si la humanidad hubiese bajado los brazos y se hubiese entregado al neoliberalismo imperialismo, al “Consenso de Washington” o a Maastricht en Europa. Grecia como Venezuela, Rusia soviética como Argentina, etc, son esa respuesta prevista por los mártires de Chicago en 1886.

Ese “fuego” del que nos habló A. Spies hace 129 años no solo que tuvo en este siglo y cuarto de la historia reciente la permanente acción de las masas trabajadoras defendiendo sus derechos y conquistas sociales sino que maduró a disputarle la conducción de la sociedad al capitalismo imperialista. Desde la Comuna de París, a la revolución mexicana en 1911, Rusa de 1917, China de 1949, Cuba de 1959 en adelante y pasando por innumerables levantamientos y acciones de lucha de clases se avanzó en superar lo limitado que significaba aquella primera expresión laboral de los “derechos humanos del trabajador” en que la conquista de las ocho horas era fácilmente vulnerable por el sistema capitalista. Había que conquistar el poder de la sociedad toda para construir una nueva donde sea el productor con su fuerza de trabajo el que marque los límites y derechos objetivos de esta fuerza en relación al estado y el aparato distributivo. La conquista de los ocho horas, a pesar de los enormes costos en vida y sociales que costaron no podían sostenerse en el tiempo con la evolución progresiva de las fuerzas productivas.

En estos, que llamamos “manifiestos del 1º de Mayo” de la IV Internacional (Trotskista-Posadista) hemos venido desarrollando una posición política clara y precisa durante años. Hoy solo hacemos un breve recuerdo de ello. Pero lo que consideramos central en este homenaje siempre presente y permanente a los Mártires de Chicago, es constatar desde la militancia en la lucha de clase los cambios que se están dando en el mismo proceso de progreso del curso de la historia.

LA LUCHA POR LAS OCHO HORAS Y LA DEFENSA DEL TRABAJO

El capitalismo imperialista absorbió como parte del desarrollo de las fuerzas productivas, en concreto, el tiempo necesario para producir mercancías, el peso o costo de la fuerza de trabajo. Un mismo operario produce en milésimas de tiempo lo que hace 50 años le costaba minutos u horas. La tecnología y más precisamente la robótica en manos del capitalismo significa mayor productividad a menor costo salarial y necesidad de mano de obra. Lo que hace que ésta, siendo más calificada, también es robotizada en lo que hace al costo total de lo producido. No logró el sistema capitalista eliminar el papel de la fuerza de trabajo como tampoco evitar que esa aceleración imparable de la producción y productividad se le vuelva en contra, como previeron Marx y Engels hace casi siglo y medio.

A este curso hace años lo hemos expresado como el tiempo de “la plus valía concentrada”, porque sin eliminar al productor humano a éste le hace jugar un papel menor en retribución en cuanto al valor que él produce. En términos absolutos se necesita menos manos para producir inmensamente más.

Esto, junto a la desaparición de las burocracias de los Estados Obreros, y la formal de la URSS, llevó al imperialismo a decretar “el fin de la historia y de las ideologías”. Pero muy otra es la realidad de la historia y su expresión real en cada amanecer de la humanidad. “El fuego subterráneo que no podrán apagar” de A. Spies de 1886, encontró un elemento que, como combustible de la lucha de clases, se une a ésta y lo hace inapagable: “La alianza objetiva de la lucha de clases con la rebelión de las fuerzas productivas” (LC2001). El imperialismo capitalista no puede contener el crecimiento de la economía productiva mundial al mismo tiempo que, al ser ésta una sociedad basada en la inequidad social, no logra generar un mercado social que absorba esa producción con inmensa productividad en su seno.

Esto en síntesis ha planteado ya hace más de 25 años una aceleración de la lucha por las fuentes de trabajo sostenidas y sostenibles dentro del sistema. La desocupación de la fuerza de trabajo en el mundo avanza en forma geométrica. Y esto incluye a la pobreza y marginalidad de la mitad de la población, como extrema miseria en que viven más de una cuarta parte de la humanidad. El capitalismo en su desarrollo generará (y ya generó) las fuerzas que lo van a enterrar y previeron Marx y Engels. A esto ni mil convenciones colectivas de trabajo nacionales, las OIT, etc, pueden solucionarlo si no se va al fondo de la cuestión: EL FINAL DE LA ERA DE EXPANSIÓN IMPERIALISTA DEL CAPITAL.

LA EMIGRACIÓN, LOS CRÍMENES EN ÁFRICA Y LA CONQUISTAS SOCIALES EN EUROPA, AMÉRICA LATINA, ÁFRICA Y ASIA

El sistema capitalista en su etapa colonialista de conquistas desarticuló la vida de más de dos terceras partes de la humanidad. A sangre y fuego conquistó para su desarrollo países en distintos niveles de desarrollo y población; así América, la India, China y África fueron la base para la “revolución industrial” o el desarrollo del capitalismo en Europa. Luego éste pegó el salto a lo que hoy son los EEUU y allí masacró todo vestigio de culturas y pueblos originarios. Esto que hace siglos solo era una condición peculiar para el desarrollo de la sociedad capitalista hoy se le ha vuelto como un estigma contra su propia existencia. El modo de producción y distribución clásica del capitalismo, y menos el imperialista, no puede solucionar esta contradicción originaria que se combinaba con el progreso tecnológico de los países conquistados y subyugados. Las colonias permitieron al capitalismo imperialista de los EEUU y Europa desarrollar un “estado de Bienestar Social” como barrera de contención a las luchas obreras y campesinas de estos países “desarrollados” del sistema, pero no pudieron impedir que las masas decenas de veces votaran a la izquierda, a los partidos comunistas y sociales, y que las organizaciones sindicales fueran en muchos aspectos parte de un doble poder objetivo. Ello generó una capa social “del buen vivir” que ganó, con justicia social, beneficios y elevó su nivel de vida. Hoy todas estas conquistas están cuestionadas y se ven amenazadas por el sistema y por eso abren o cierran fronteras visibles e invisibles para impedir la unidad de los que están con los que llegan como fuerza de trabajo. Cientos de millones de seres humanos son arrinconados a la miseria en el camino de la extinción social. Los crímenes de emigrantes africanos que huyen de las miserables condiciones de sus países de origen en África queriendo salvarse integrándose en el capitalismo desarrollado de Europa, son indignantes y nos recuerda a aquellos juicios criminales del Juez Gary con los defensores de las Ocho Horas en EEUU en 1886.

Pero hay otro aspecto de esta crisis del sistema necesario de ver y discutir, en nuestra opinión, en este 1º de Mayo. Y es la relación directa de la emigración de millones de trabajadores que en todo de mundo emigran ante la falta de trabajo y/o perspectiva de vida en sus lugares comunes de residencia. Y este es el problema de la emigración de mano de obra producto de la crisis del sistema nativo en sus países de origen, y siendo la clase trabajadora una sola, mundialmente por la división mundial del trabajo ésta adquiere distintos niveles de lucha como conquistas sociales.

El neoliberalismo, el imperialismo globalizador y unipolar, utilizó y lo sigue haciendo ahora, la mano de obra barata, aunque tecnológicamente inferior en su capacidad productiva para, uniéndola a la robotización que exige más una función mecánica como súper explotadora del trabajador, romper con esas fuerzas migratorias del trabajo las conquistas sociales conseguidas en duras luchas sindicales y políticas durante años. Incapaz de poder sostener dictaduras cívico-militares, o alentar movimientos de carácter nazi-fascistas, el sistema utiliza, aliado con muchas burocracias sindicales -como lo hizo abiertamente en Argentina para intentar quebrar la fuerza del movimiento obrero peronista- la importación de mano de obra cuando ya había en el país una abierta desocupación que llegó al 28/30 % abierto en el 2001. Pero similares casos hay en Europa, donde la aristocracia sindical y un sector de los mismos trabajadores no quien hacer trabajos “inferiores o sucios” y abren así las puertas a una emigración que se somete a estas reglas criminales de trabajos insalubres y bajos ingresos en comparación a los nativos.

En este 1º de Mayo del 2015, en que recordamos a los Mártires de Chicago, y a ese movimiento obrero norteamericano que era en un porcentaje muy grande migrante de Europa, vemos también como hay una diferencia entre los que venían con la lucha de clases bajo de brazo y algunos pensando en la nueva sociedad socialista, y los que intentando salvarse de la crisis del capitalismo atrasado en sus países de origen se sometían a las reglas del capitalismo salvaje, imperialista. No hay que temer tanto a los Le Pen en Francia y su crecimiento electoral como sí hay que ver el papel de las direcciones sindicales y políticas que hacen “paternalismo social” esquivando una necesaria discusión de lo que hace a la lucha de clases. O las que idealizan las condiciones individuales de sectores que siendo parte de la clase explotada actúan contra ella misma.

La raíz de estas contradicciones es el esquivar de las direcciones que en el mundo no ven, sienten y menos apoyan el curso que muestra la historia como irreversible en el progreso a una nueva sociedad. Que son parte de la transitoriedad del curso actual de la crisis del sistema, pero de fondo siguen pensando que éste, el capitalismo, tiene soluciones a toda esta crisis. Cuando la humanidad toda sufre el salvajismo de ver los miles de muertos en el océano porque huyen del África colonial donde la vida no vale nada, o excolonias que son solo formalmente “democracias” con alguna representación de Repúblicas- esas que en la joven nación de Burkina Faso, el camarada Thomas Sankara quería transformar revolucionariamente en Democracia Socialista y por eso el imperialismo francés lo asesinó y ahora el pueblo está nuevamente avanzando, con su recuerdo, en su lucha y gobierno. Esos países donde guerras tribales asolan poblaciones enteras obligadas a refugiarse migrando de una zona a otra, cuando comercia la esclavitud de la mujer y los jóvenes hoy en el siglo XXI, y ello justifica arriesgar la vida en los océanos, y que son países gobernados por peleles del imperialismo yanqui como de los europeos, entonces la discusión acerca de la migración adquiere otra relación social e importancia socio-política. Pero también que debemos realizar una política e integración en la que SIN PERDER UN SOLO PUESTO DE TRABAJO NI DE CONQUSITAS SOCIALES, SINDICALES, ECONÓMICAS Y POLÍTICAS, LOS TRABAJADORES MIGRANTES SE INCORPOREN A LA FUERZA PRODUCTIVA DE LA REGION.

Esto es válido, en nuestra opinión, para América latina y la integración regional. No se trata de hacer paternalismo en base a las conquistas políticas y sociales conseguidas con la lucha de los pueblos, sino de integrar con todos los derechos pero también responsabilidades sociales, sindicales y políticas al migrante. El capitalismo expulsa trabajadores, pero también a comerciantes medianos y pequeños que no producen nada sino comercian con el nivel de vida superior alcanzado en base a la lucha de clases al país donde van. Esto lo hacían en la Venezuela de los “petrodólares” hace 30 años, y eran una aspiradora de los esfuerzos y conquistas del pueblo venezolano. No hay que temer discutir esta crisis de las sociedades en transitoriedad. Por eso recordamos y apoyamos a Cuba Revolucionaria, “el tema no es irse a Cuba, que ya hizo la revolución, sino hacerla donde se vive o está”.

En esta crisis aparecen los conflictos internos, especialmente en varias ciudades de África, en que las disputas sociales por el trabajo, y en particular el comercio, llevan a enfrentamientos con centenares de heridos y muertos. El sistema y su prensa mediática enseguida acusan: “son expresiones xenófobas” y habla del libre trabajo, comercio y circulación en esos países donde los desocupados o desposeídos de todo bien para la vida tratan de defenderse de las condiciones de vida a que son obligados por las trasnacionales y corporaciones imperialistas. Pero no analiza para nada que este es un nivel, al interior de la población, de enfrentamiento de clase explotada contra sí misma producto de la crisis del sistema capitalista, de los gobiernos títeres que son sostenidos por las trasnacionales corporativas del petróleo, la minería, o la agricultura industrial, como en América Latina, por ejemplo, lo hacen con la soja, la minería a cielo abierto, etc. que termina desplazando a cientos de miles de trabajadores del campo a abarrotarse en las ciudades generando cordones de villas miseria donde deben pelear por sobrevivir. Cosa muy distinta a lo que ocurre en Siria, Palestina, en las República Populares de Donetsk y Lugansk, o Crimea donde la población solidariamente asume la lucha por la independencia nacional y una nueva sociedad.

Los mártires de la clase obrera que recordamos en este 1º de Mayo, los miles de proletarios que en EEUU lucharon y dieron la vida no fue por el progreso individual, sino colectivo como clase trabajadora y he ahí su valor histórico. Lo otro es capitalismo puro. Y con y por ello es que parte de la clase obrera del mundo y Europa, como en Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica, etc. defiende sus conquistas sociales y su nivel de vida con el derecho que da el haberlo conquistado como género humano contra un sistema oprobioso explotador. Y esta relación contradictoria con la población migrante que huye de la miseria y la exclusión se supera REPARTIENDO LAS HORAS DE TRABAJO MANTENIENDO IGUALES SUELDOS Y SALARIOS SIN DISTINCIÓN DE GÉNERO. Que el capitalismo -que es y funciona mundialmente centralizado- se haga cargo de su crisis en cualquier región del planeta, y no dejando que mueran millones en el mundo por hambre, ahogados o vivan en la exclusión social.

Esto es gráfico de la crisis final del sistema y por ello mismo fracasó en querer revertir los progresos culturales y sociales de las masas soviéticas, como sueñan con una China Capitalista. Los problemas de las nacionalidades, de la integración regional, de las “fronteras y territorios”, como la disputa de Bolivia por una salida propia al mar, una estupidez de plantearse cuando se está integrando toda la región y será con la planificación productiva de qué, cómo, cuándo y dónde producir equitativa y armoniosamente, que serán superadas todas las disputas. Una política de enfrentamientos que está siendo instigada por el imperialismo, sea por la vía económica como tapón de la región en AL, o disputas territoriales que debilitan a los gobiernos nacionalistas, populares y democráticos que quieren avanzar en vías y programas que de fondo son revolucionarios.

Entonces los problemas de la actual transitoriedad de la etapa están siempre unidos a la crisis del sistema mundial porque no puede contener o desviar a lo que hace a la objetiva alianza de la lucha de clase y la rebelión las fuerzas productivas. Y por esta relación transitoria TODA FORMA DE PATERNALISMO O POPULISMO SOCIAL ES TAN NEGATIVO COMO EL NEOLIBERALISMO QUE ESTAMOS DERROTANDO.

LAS NUEVAS FUERZAS ECONOMICAS, EL ESTADO OBRERO Y LOS BRICS

Como analiza el marxismo: “Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar”. Es este un “dogma religioso, teológico”? No en absoluto! Es una materialización del pensamiento materialista dialéctico de la historia aplicado a la realidad social. Ahora el valor político de esta aseveración no radica sino en sí misma en la aplicación en tiempo y espacios correctos.

Nosotros, los posadistas de la IV Internacional (Trotskista), aplicando los análisis y la teoría de don León Trotski acerca de “La Revolución Permanente”, a su vez analizamos que ésta es la época donde se conjugan las dos fuerzas motoras de la historia a saber: LUCHA DE CLASES Y REBELIÓN DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS. Y por eso proyectamos desde hace años este curso como INEVITABLE y al mismo tiempo como base para generar la política mundial, y sus expresividades regionales y nacionales que hacen necesarios al curso histórico.

Los Movimientos Nacionalistas y su función revolucionaria, que J.Posadas ya analizó desde la década de 1947 en relación al peronismo antiimperialista y la expresión comunista de la función del proletariado que éste genera en Argentina, es hoy una base irreversible del curso objetivo de la historia de la humanidad. Aún en la Rusia, al que calificamos desde hace años como “seudónimo actual de la URSS” se desenvuelve este curso, con intervención de la dirección de V. Putin o empujándolo a él sin que haga además resistencia alguna. O en Venezuela Bolivariana y Socialista la continuidad del camarada Hugo Chávez, expresión del chavismo vivo se expresa en el gobierno del camarada Nicolás Maduro, en Grecia con el Siryza con Tsipras, o la compañera Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, Lula-Dilma en Brasil, Evo Morales en Bolivia y pronto en los cambios que se vienen en España, Portugal, Irlanda, etc.

En este curso la historia, que sí tiene memoria, va elevando las relaciones interiores y aprendiendo como generando nuevas coordenadas donde apoyarse para avanzar. El papel de las direcciones aparece en la misma superficie. Por eso J.Posadas analizaba, “mientras Trotski está vigente y vivo en la lucha de clases quién se acuerda de Stalin que ha sido enterrado por la historia.”

Las burocracias no nacen de un repollo sino son condiciones generadas en la formación de las fuerzas productivas y la distribución. A mayor elevación de éstas con la participación social de una nueva sociedad las condiciones que dan ventanas por donde colarse a las burocracias en su papel de bisagras entre el capitalismo y la clase trabajadora desaparecen porque NO TIENEN PAPEL SOCIAL ALGUNO QUE REALIZAR O JUGAR. Lo mismo que el hedonismo, el protagonismo y el individualismo en lo sindical o político. Esas son herencias del sistema capitalista basadas en la inseguridad individual que éste genera en el ser humano. Por esa razón se burocratizan o hacen de su tarea social una función administrativa y burocrática que va contra los intereses de la sociedad de los iguales que deberían representar.

En este 1º de Mayo de 2015 insistimos, como lo venimos haciendo desde 1990, que no desapareció la URSS sino que cayó la burocracia en un “desvío transitorio del curso regenerativo del Estado Obrero (LC 1990)” Entonces lo que el curso objetivo de la historia en este Siglo XXI no era descubrir un “nuevo socialismo” sino limpiar socialmente a todo lo que se arrastra desde el sistema capitalista en descomposición a la construcción de la nueva sociedad y su etapa transitoria en los Estados Revolucionarios de transición.

Este curso tiene expresiones concretas, en nuestros análisis y opinión. Por ejemplo en la lucha antiimperialista mundial, contra la globalización unipolar imperialista, aparecen LOS BRICS CONCURRIENDO CON EL CAPITALISMO IMPERIALISTA DE LA ÉPOCA. Y cómo no pensar y razonar que esto, que no niega la sociedad capitalista, sí lo hace en cuanto al imperialismo. Entonces concurre con éste y por lo mismo terminará siendo una fuerza enorme -ya en desenvolvimiento-, y aliada a la lucha mundial de clases y la rebelión de las fuerzas productivas. O esto no es concretamente lo que plantea V. Putin enfrentando al imperialismo de los EEUU cuando dice: “Queremos ser un país como es América latina”. Sí, esa “Luminosa América latina” que los posadistas hace 20 años venimos planteando tiene y está jugando un papel fundamental en el curso de la historia. O cuando en Grecia el Siryza y Tsipras plantean el ejemplo de Argentina para salir adelante en la construcción de una Grecia Popular y Revolucionaria. Cuando ahora vuelve a juzgarse el papel de la hoy Rusia soviética en ALIANZA CON LOS PUEBLOS DEL MUNDO POR SU INDEPENDENCIA.

LOS SINDICATOS, MOVIMIENTOS SOCIALES Y PARTIDOS DE LA CLASE TRABAJADORA Y EL ESTADO REVOLUCIONARIO

En este curso están vivas las luchas del proletariado de los EEUU y los compañeros y camaradas Mártires de Chicago. El ritmo de la crisis del sistema es desigual y combinado. Por un lado los progresos tecnológicos-científicos aceleran los tiempos de producción y productividad desalojando puestos de trabajo como bajando los costos productivos y de comercialización pero ello no pude incorporar a cientos de millones de la fuerza de trabajo en el mundo. En este curso el papel de los Sindicatos, Movimientos Sociales, Partidos de la Clase Obrera asumen un papel central. Como así mismo, y expresión de los cambios profundos que se están dando en la historia y una nueva geografía socio-política económica también en los gobiernos nacionales, populares y democráticamente revolucionarios.

La etapa de transitoriedad no tiene fechas marcadas para pasar a un estadio superior que son los Estados Revolucionarios de Transición, pero sí tiempos y espacios para su desenvolvimiento y por ello es central el papel de los organismos de los trabajadores. Los gobiernos nacionalistas revolucionarios de esta época son producto de la incansable lucha de clases, aunque no se definan como sus representantes. Es el curso desigual y combinado el que plantea en el mundo el desarrollo de la “Revolución Permanente” que actúa sin pedir permiso y así como estructura la defensa del curso de progreso alcanzado también empuja a los gobiernos progresistas a profundizarlos. Grecia, Venezuela, Rusia, Argentina, Ecuador, Bolivia, España, etc, expresan esta condición peculiar, ya prevista y analizada por textos de J.Posadas en los Manifiestos del Primero de Mayo desde hace más de 40 años.

La ausencia de la Internacional Comunista de Masas por ahora es suplida por la coordinación de los movimientos y gobiernos revolucionarios en el mundo. No hay homogeneidad o armonía porque las relaciones de clases no han sido superadas pero sí se ha progresado en compensar intereses nacionales y regionales. La alianza de Rusia soviética. China Popular, Brasil, etc, en el BRICS, como los acuerdos bilaterales que abren el camino a acuerdos mucho más profundos en perspectivas, son el espolón de proa del barco del progreso social.

El sistema prepara y está lanzando permanentemente agresiones contra la humanidad en todo el mundo. La respuesta son las luchas de las masas del mundo apoyadas en la última etapa por gobiernos y países en estado de transición, y éstas son condiciones nuevas del mundo. El fracaso del neoliberalismo, del consenso de Washington, de Maastricht, así como la aparición del BRICS y el papel de Rusia soviética y China Popular son parte de este progreso que recordamos en este 1º de Mayo de 2015. Ciertamente existen guerras en Medio Oriente, en Siria, Yemen, del pueblo Palestino, de los agentes del imperialismo se llamen Al Quaeda, ISIS, etc. Mueren miles ahogados en el Mediterráneo, o sigue la agresión a Venezuela, como también a Argentina, Brasil, Chile, pero el curso el progreso que a 129 años de la lucha del movimiento obrero en los EEUU hoy recordamos, es imparable como irreversible.

Por ello saludamos con alegría comunista en este 1º de mayo de 2015 a todos los pueblos mundo que han hecho con sus luchas, progresos y alegrías sociales el mejor escenario para la construcción de una nueva sociedad: EL SOCIALISMO.

21 de abril de 2015

Por el Buró Latinoamericano (BLA) de la IV Internacional (Trotskista-Posadista). Eliseo Ramírez

1ro de Mayo en el mundo
VOZ proletaria 1597