El triunfo de Trump…

Clinton fail

EL TRIUNFO DE D. TRUMP ES PARTE DE LA HISTORIA Y LUCHA DEL PUEBLO DE EE.UU. CONTRA LAS CORPORACIONES TRASNACIONALES DE UN IMPERIALISMO QUE HA PERDIDO SU HEGEMONÍA MUNDIAL

ES LA CRISIS DEL SISTEMA CAPITALISTA NORTEAMERICANO Y EXPRESIÓN DE LA LUCHA DE CLASES Y LA REBELIÓN DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS: LUCHA ENCABEZADA EN LOS EE.UU. POR LOS MÁRTIRES DE CHICAGO DESDE 1887!!

Por León Cristalli, Director de la revista internacional “Conclusiones”. 9 de noviembre, 2016

El llamado «fenómeno Trump» es una expresión de una situación mundial del capitalismo, una situación prevista por Marx y Engels desde la publicación del Manifiesto Comunista, es decir que se daría inevitablemente en un periodo del desarrollo del capitalismo la unión de la lucha de clases con la rebelión de las fuerzas productivas. Y que ellos son los 2 elementos constitutivos de la caída final del capitalismo. Y esté Donald Trump ciertamente está expresando esto de dos formas. 1: porque actúa en la crisis de los EEUU la rebelión mundial de las fuerzas productivas en el cual éstas son desplazadas por las financieras que solo concentran el capital y una de cuyas expresiones más álgidas en los últimos tiempos fue el estallido de las llamadas burbujas financieras que tiró abajo financieras bancarias que tuvieron que ser rescatadas de un nuevo 1929 por la acción “benefactora” del Estado, que de esa forma “socializa” la crisis haciendo pagar al pueblo de los EEUU. la crisis de su dirección corporativa financiera trasnacional. 2: porque el pueblo de los Estados Unidos que no tiene formas democráticas independientes políticas o sindicales de expresarse, y sí encuentra en D. Trump un OFFSIDE por fuera del juego político del sistema capitalista, una vía para derrotar el sistema político clásico, que representaba abiertamente Hilary Clinton y el mismo partido Republicano que lo acepta pero no traga. Sistema que es el que produce los cuadros que el capitalismo precisa para articular una cabeza política consciente.

La formación y constitución original de los EEUU fue sobre la base de diferentes estados, con diferentes intereses, contrapuestos unos con otros, pero que a su vez poseían una gran riqueza natural y mano de obra tecnificada que había venido desde Europa. Ellos tenían que ponerse de acuerdo porque a su vez eran subsumidos por el gran capital de la Revolución Industrial que se desarrollaba en Europa. Esa condición fue la que generó la situación práctica objetiva para la formación de los Estados Unidos. Era lo que Marx ya analizaba: el desarrollo de las corrientes de las burguesías nacionales, con intereses capitalistas propios, regionales y que producían la “revoluciones democráticas” del siglo XX.

Entonces el enfrentamiento que produce la constitución de los EEUU contra Europa, y fundamentalmente contra Inglaterra era porque ésta, con Francia y Alemania eran los que constituían la estructura de la Revolución Industrial por un lado, y por el otro porque el capitalismo tenía su ente financiero en Bélgica. Y esto hizo que se desarrollara un proceso de capitalismo libertario con condiciones muy aptas para el desarrollo del valor de la fuerza trabajo y de la capacidad individual y colectiva de la masa, que todavía no era pueblo de EEUU que impulsaba la formación de una nación. Y la Guerra de Secesión es la conclusión final de todo ese progreso donde el sector industrialista, que eran los republicanos-no por casualidad- se impuso finalmente a los esclavistas del sur que eran los demócratas.

EL CAPITALISMO FINANCIERO INVIERTE DONDE SACA MAYOR RENTABILIDAD:

Ahora esto se vuelve a expresar pero en condiciones donde han pasado más de 200 años en la lucha de clases, se vivió el primer Estado Obrero de la historia la URSS, etcétera, una época en el cual el capitalismo no puede ya más representar ante las masas de EEUU una perspectiva con intereses comunes porque se ha concentrado en Wall Street, en las transnacionales como funcionamiento lógico, absolutamente lógico del sistema capitalista que desarrolla su capacidad productiva como capitalismo allí donde el costo de la mano de obra en particular y el costo total de producción en general es menor. No solo donde está la materia prima, como dicen algunos. No, sino donde los otros factores esenciales en la producción de bienes, en algunos casos de servicios también y la tecnología, se desarrollan a más bajo costo. Eso es lo que analizamos hace un año cuando vimos que la aparición de Trump era la lógica que tenía venir. En realidad si esto hubiera venido por el lado de los demócratas hubieran sido contraproducentes a la historia de los demócratas esclavistas del Sur.

Las condiciones que se plantean para el capitalismo ahora son tremendamente conflictivas, porque el valor del dólar como moneda universal de cambio en el sistema capitalista se cuestiona, pero no porque retrocede en su potencial sino al contrario, porque aumenta su potencial. Si se aumenta el desarrollo de las fuerzas productivas internas de los EEUU va a revaluar completamente el valor del dólar y esto entra en conflicto con el resto de las burguesías en el mundo. Hoy el dólar es una moneda de cambio como podría ser otra que fundamentalmente se sostiene, como dice Posadas, por el gran potencial tecnológico militar, del complejo militar industrial de EEUU. La Hilary Clinton no esa ella en persona la que pierde. No. Pierden todos los buitreas, Wall Street, la gran corporación transnacional, gobiernos como el de Macri. Es el golpe más grande a la pérdida de la hegemonía en el mundo por parte del imperialismo tal como analizamos en Voz Proletaria de abril de 2015. 1)Voz Proletaria 1597. 16/04/2015: “En la cumbre presidencial de Panamá se expresó la pérdida de la hegemonía del imperialismo en América Latina”. LC

Algo que debiéramos profundizar en el análisis es porqué los libertadores latinoamericanos en los finales del siglo XVIII y principios del XIX trataban de hacer repúblicas semejantes a los EEUU y al mismo tiempo combatirlo en su intento de avanzar sobre América Latina.

EN EEUU. SE PRODUCE UN HECHO REVOLUCIONARIO UTILIZANDO UN INSTRUMENTO NO REVOLUCIONARIO: DONALD TRUMP

La debilidad del capitalismo se puede medir, ver claramente porque así como cruje ante el inesperado triunfo de Trump que no se lo puede explicar también se pregunta “qué hacemos”...

La debilidad del capitalismo se puede medir, ver claramente porque así como cruje ante el inesperado triunfo de Trump que no se lo puede explicar también se pregunta “qué hacemos”…

Es en ese contexto histórico en que este resultado electoral -donde Trump se impuso con el 47% de los votos, en una distribución que le permitió hacerse con 279 votos del colegio electoral, es decir 9 más de los necesarios para ser elegido Presidente- es la expresión deformada del curso de la revolución social que avanza en el interior de los EEUU y el mundo. Es lo que viene a ayudar porque descompone la fuerzas internas del imperialismo y se abre una nueva etapa de la lucha de clases en los EEUU. Esto en sí mismo no es, no podría serlo, lineal pero sí dialectico en cuanto a que debilitado el centro político mundial en los EEUU. y sus “socios”, por ahora, de Europa le permite ganar tiempo a países en disputa con los centros financieros mundiales como el FMI, Banco Mundial o la Trotkia que ahoga a Grecia y contra el que lucha el pueblo de Grecia, de los que están sufriendo la política conservadora neoliberal financiera del sistema, en su última etapa, de los acuerdos tipo TPP, Tratado del Pacifico etc.

Entonces quedarse en la puerta de un análisis científico sobre esta enorme crisis, que políticamente es superior a la 1929/30 y la II Guerra mundial, encerarlo solo un problema electoral entre dos partidos del sistema, cuando es justamente por afuera de los dos partidos Demócrata y Republicano que aparece este D. Trump, es no ver, o no querer ver, que esta crisis es la respuesta objetiva de la historia, como previeron Marx y Engels, que muestra la conmoción interna del sistema y como ésta anuncia claramente que la última etapa de la sociedad capitalista está muy cerca. Que éste curso no siendo lineal, ni tener en Trump o un resultado electoral donde participó un poco más de la mitad de los ciudadanos de los EEUU. aptos para votar la forma genuina con una dirección de clase y revolucionaria, pero que ha abierto las puertas de un volver a la historia para avanzar superándola al pueblo de los EEUU. en su inmensa mayoría y que en este curso ya ha encontrado aliados naturales en los pueblos en lucha en todo el mundo, como también revolucionarios como lo son las masas soviéticas junto a una parte de su dirección como V. Putin y el Ejército Rojo.

Por esto es necesario autocríticamente analizar con preocupación que la IV Internacional (Leninista-Trotskista-Posadista) venía comprendiendo solo parcialmente acerca de por donde pasa el eje del curso de la revolución permanente. Por eso hay textos con análisis sobre lo que expresaba D. Trump hace mucho tiempo cuando apareció en las internas del Partido republicano. Como tenemos a la vez la alegría que alguna Sección del trotskismo-posadismo logró publicar algunos de esos textos que hoy son ya parte de la historia no por nosotros, sino porque una vez más con don León Trotski y J.Posadas volvimos “a nadar contra la corriente”. Porque la seudo izquierda, los demócratas pequeños burgueses, los idealistas y nihilistas del pensamiento, abierta o escondidamente apoyaban a la Hilary Clinton que era la continuidad del Establishment y el “Consenso de Washington” y los mentores del PLAN CONRDOR II en América latina. Nos proponemos analizar la relación – que no es nueva – sino que aflora con fuerza ahora, desde el pueblo de los EE UU, que con herramientas no propias y menos aún genuinas, ha logrado dar un golpe gigante, histórico, al sistema capitalista, su unidad política y de clase, utilizando una forma y, reiteramos, herramienta no de la clase explotada, como lo es Donald Trump.

LA CRISIS MUNDIAL CAPITALISTA Y LA REVOLUCIÓN PERMANENTE:

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En esa línea, en un momento en que observamos la repercusión mundial del triunfo electoral de Trump, con caída de las principales bolsas y subida del precio del oro, que demuestran la apuesta fallida de la oligarquía financiera transnacional por la candidata derrotada, es que nosotros reivindicamos la inteligencia de Putin que apunto a un tipo que le quiebra el espinazo a la estructura central del sistema corporativo, transnacional, financiero del neoliberalismo.

Ahora bien, Trump es al mismo tiempo el máximo defensor del funcionamiento clásico del capitalismo, pero para resolver esa aparente contradicción es necesario ir hacia atrás en la misma historia y la formación y constitución del capitalismo en los EE.UU, como ir hacia adelante en el papel de los EEUU., su función, y de analizar las reales perspectivas de un gobierno que se autproclama “industrialista y defensor del mercado interno” en un mundo imperialista en que la concentración transnacional determina las formas actuales de la división internacional del trabajo. Por eso en los 80s escribíamos que la política de Deng Xiaoping (en la República Popular China) para desarrollarse económicamente y sostener una combinada política entre el Estado Obrero y su incorporación a la distribución mundial del trabajo en el mundo capitalista, les abría una perspectiva a las corporaciones multinacionales, combinando una política de atracción de la inversión transnacional, al propio tiempo que liberaba al capitalismo como sistema de la resolución de los problemas sociales básicos ligados a la dinámica de la acumulación capitalista, a saber: la disponibilidad sin Conflictos Sociales, Sindicales, Laborales de la fuerza de trabajo, su «costo», la salud, la vivienda, etc. que los asumía la R.P.CHINA por su estructura de Estado Obrero suigeneris, y que son los problemas que obstaculizan a largo plazo el desarrollo de la inversión y dirección capitalista trasnacional imperialista. El Estado, su dirección política, les garantizó a las trasnacionales una paz social para producir a bajísimo costo y éstas poder sacar sus rentas y vender en el exterior a costo del sistema capitalista internacional. Por eso nosotros veíamos normal el crecimiento a «tasas chinas», con su incorporación bajo esas condiciones en el mercado mundial capitalista. Esto le permitió a las transnacionales acelerar el desarrollo mediante la combinación de una alta productividad del trabajo que generaba la nueva organización internacional de la producción con salarios nominales a la baja -en comparación a su nivel en los países imperialistas-, todo lo cual aceleró el desarrollo de un sector de la economía pero no resolvió los problemas intrínsecos del curso de la revolución china, donde una gran parte de la población todavía permanece en el campo y en condiciones de vida muy atrasadas.

El presidente electo de los EEUU., D. Trump, es la respuesta de la burguesía norteamericana a esas relaciones financieras productivas del capitalismo en su etapa llamada “globalización”, y a la que Marx y Engels, siempre la calificaron así 150 años antes porque el capitalismo es una sociedad que para existir necesita dominar el mundo.

En un plano similar y a la vez opuesto, en la otra cara de la moneda, en los EE.UU, se dio un proceso en que ese país ha ido retrocediendo de ser, especialmente en los albores de la segunda guerra mundial e inmediatamente después de la misma, con la expansión de la industrialización, producto del New Deal de la política de Roosevelt, que era volcar el proceso interno de industrialización hacia la construcción de un gran almacén industrial orientado al resto de los países del mundo. Aprovechando la eliminación de la concurrencia de otrora competidores como Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, etc., que estaban derrotados y de rodillas. Que en el papel nefasto de los intereses de la burocracia hicieron el gran crimen de Stalin contra el progreso de la historia, porque en esas condiciones, como analizó J. Posadas y Trotsky había previsto, se iban a dar estas circunstancias en la cual la lucha por el socialismo hubiera sido una cosa muy sencilla, porque Europa estaba apta para la construcción o reconstrucción socialista, no vía Plan Marshall, como lo hizo el imperialismo, en lo que hoy serían varios billones de dólares, para afirmar el capitalismo en Europa. En cambio la burocracia Stalinista transó con el capitalismo porque lo contrario significaba un proceso de revolución política interior.

Hoy Trump aparece como una revolución política en la estructura de la tradición bipartidista, que repartía entre los dos partidos la dirección política pero no la conducción de la economía. Porque Trump llega a la Presidencia no ya sin el apoyo, sino con el abierto boicot del Partido Republicano. Pero Trump viene a plantear otra conducción de economía, y eso es lo revolucionario que hace respecto a la crisis de estados unidos. Crisis de la cual venimos escribiendo los Posadistas (ver Marx siempre tuvo razón, Revista Conclusiones N.º 23) en donde no se podía producir el estallido de una burbuja financiera como la del 2008 sin resultados políticos inmediatos y posteriores en la población de los EE.UU. El problema de la migración, por ejemplo, es una política económica que en un principio le es favorable al sistema capitalista, mediante la importación de mano de obra barata que vende su fuerza de trabajo a bajo costo y desplaza al trabajador y sus conquistas nacionales, pero que a la larga socialmente significa una reducción del nivel de vida de amplios sectores sociales -debido a la competencia exacerbada por los puestos de trabajo- que en determinado momento encuentran la forma de expresarse. En concreto una reducción del Mercado Interno, el aumento de la pobreza, en los EEUU. hay 48 millones de pobres aceptados por las estadísticas del mismo estado.

Es como resultado de esta contradicción, que por la fuerzas de la Revolución Permanente, se transforma en antagónica al sostenimiento de la sociedad capitalista desarrollada como en los EEUU., que aparece un D. Trump, que no es ningún loco sino un genuino representante del sistema, pero que para defender y aplicar su programa de reconstrucción de la economía estadounidense necesita el apoyo del proletariado norteamericano, de las clases medias bajas, de los excluidos y marginados. Por eso especula y utiliza el tema de la inmigración. Las acusaciones de xenófobo, o desprecio a la mujer, etc es parte del circo del capitalismo que lo crea y después lo utiliza políticamente contra adversarios que no le convienen, pero que no discute lo de fondo que es el papel imperialista en el mundo como gendarme internacional, generador de CONDOR II. Etc.

En el caso de la Argentina, después de la crisis del 2001, apareció N. Kirchner con una política de desarrollo del mercado interno, de reindustrialización, y de reconstrucción de la «burguesía nacional». En el 2016 Trump en última instancia lo que está planteando es eso: regenerar una burguesía nacional con interés en el mercado interno, que es lo que le da el sostenimiento y seguridad interior de cara al curso de la historia de la lucha de clases y a esta etapa de la revolución de las fuerzas productivas en los EE.UU. Nosotros creemos que si no se parte de este análisis se cae de lleno en la imbecilidad de la seudo izquierda, y una parte importante de la derecha, que se queda en la apariencia del fenómeno, en el terreno puramente discursivo, pero no entiende, ni quiere ver porque ve que de fondo le afecta sus intereses este político burgués norteamericano y lo que Trump representa: la tremenda contradicción entre la inmensa fuerza y potencialidad que tienen los Estados Unidos desde su constitución, teniendo que pasar por la guerra de secesión en el siglo XIX entre el sur esclavista y el norte burgués industrialista, y la actual realidad económica de un país quebrado por el propio proceso financiero que se concentra en el Wall Street de transnacionalización imperialista y de la cual la Hilary Clinton era su directa representante..

Por eso para los Posadistas no es una sorpresa este resultado electoral. Por el contrario escribimos análisis sobre los EEUU. y por donde iba a explotar la crisis, pero si teníamos alguna duda era con respecto a los medios que tenían el poder de manipular esta elección, de la misma manera que se manipuló la interna demócrata a favor de la hoy derrotada Hillary Clinton y en detrimento del candidato, reconocido socialista, Bernie Sanders que era la expresión genuina de una salida por arriba del sistema y que claramente D. Trump no tiene en su política “sacar los pies del plato”.

En esa línea, en un momento en que observamos la repercusión mundial del triunfo electoral de Trump, con caída de las principales bolsas y subida del precio del oro, que demuestran la apuesta fallida de la oligarquía financiera transnacional por la candidata derrotada, es que nosotros reivindicamos la inteligencia de Putin que apunto a un tipo que le quiebra el espinazo a la estructura central del sistema corporativo, transnacional, financiero del neoliberalismo. Esto es así, y esto es importante remarcarlo, no porque Trump sea anticapitalista, o porque vaya a arriesgar su capital en el mundo poniéndolo a disposición del desarrollo de la “sociedad global”, sino porque busca encontrar una forma de capitalismo en base al desarrollo del mercado interno, en base a la potencialidad de autofinanciamiento del país, cosa que ya está haciendo en el caso del petróleo con el aumento de la producción interna mediante nuevas técnicas de producción, algo que planea hacer en muchos otras áreas mediante la aplicación de la tecnología informática, cibernética, etc., para el desarrollo de la industria nacional. Porque los EE.UU perdieron, en los últimos 20/30 años, la fuerza, el impulso al desarrollo que tenían en beneficio de las corporaciones multinacionales que bajaban costos des localizando la producción mientras usufructuaban de la dictadura del dólar, lo que finalmente llevó a la crisis actual del sector externo.

Esta crisis que plantea el triunfo electoral de D. Trump es la expresión de la debilidad del sistema capitalista mundial, que confirma que el sistema capitalista vive su etapa final, como previo V.I.Ulianov, Lenin.

EL CAPITALISMO EN EL MUNDO ESTA DESPAVORIDO. LA SEUDO IZQIUIERDA Y LA PEQUEÑO BURGUESIA LIBERAL TAMBIÉN.

Esta nueva etapa de la lucha de clases también derrota la teorías acomodaticias de los “tibios” a los que los hunde en su teoría de que “los medios de prensa gobiernan el mundo e imponen gobierno”

Esta nueva etapa de la lucha de clases también derrota la teorías acomodaticias de los “tibios” a los que los hunde en su teoría de que “los medios de prensa gobiernan el mundo e imponen gobierno”

La debilidad del capitalismo se puede medir, ver claramente porque así como cruje ante el inesperado triunfo de Trump que no se lo puede explicar también se pregunta “qué hacemos” ,como nos acomodamos a este nuevo giro en el gobierno, que no quiere decir en los que son el verdadero poder en los EEUU. la potencia capitalista más grande hoy. En como aggiornar para mantener alianzas, o conseguir SU PARAGUAS PROTECTOR como a los gobiernos de Temer en Brasil, o Macri en Argentina, o Rajoy en España y la misma Merkel en Alemania, o en Inglaterra donde el Brexit les quebró el espinazo a una CE que es de las trasnacionales y no de los pueblos. Todo ello no significa que los EEUU. va a dejar de jugar un papel central en la crisis del sistema y el enfrentamiento de clases, como de la misma concurrencia mundial del sistema contra sistema. De la lucha de los BRICS, del banco Asiático, de un MERCOSUR nacionalista, etc. Sino que esta burguesía norteamericana quiere reordenar su “patio Interno” ante la crisis mundial de sus “patios traseros”.

Pero esta nueva etapa de la lucha de clases también derrota la teorías acomodaticias de los “tibios” a los que los hunde en su teoría de que “los medios de prensa gobiernan el mundo e imponen gobierno” que para nosotros es ciertamente una herramienta muy bien utilizada por el capitalismo, pero que de fondo lo que a ellos les permite actuar así manipulando la información e inducirla no es su capacidad sino las debilidades de las direcciones de la clase trabajadora. Direcciones políticas, sindicales, sociales, culturales genuflexas que no tienen confianza en la capacidad de la población y el criterio de clase de los trabajadores. Es allí donde la política del asistencialismo y populismo reformista del sistema les abre las puertas y ventanas de un edificio construido por el sistema capitalista.

Este Donald Trump utiliza los pocos medios de prensa que se animaron a respaldarlo, dado que en los EEUU. la prensa dice abiertamente su posición política electoral, y en sentido contrario a esa concepción paternalista de los “tibios” y reformistas socialdemócratas, y desde una posición política conservadora capitalista basada en el origen que constituyó a los EEUU. hace dos siglos y en particular en la guerra civil entre el norte industrialista (Republicano) y el Sur esclavista (Demócrata) , D. Trump pateo el tablero de una concepción política y económica, que sin cambiar un ápice su ideología capitalista la fija en el origen de éste en lo que hace a lo nacional de su implementación.

Ahora esto hace 200 años era natural al desarrollo de las fuerzas productivas de la época de la revolución industrial en Europa y sus colonias, entre ellas las del otro lado del Atlántico. Era la potencia que generaba una forma evolutiva y concentrada, “a través de la maquinaria y la revolución de las poleas”(LC 1990), que generaba productividad concentrada y “plusvalía” con la fuerza del trabajo humano. Hoy esas condiciones son a la inversa porque las fuerzas que dio a los EEUU a mediados del siglo XX una capacidad hegemónica mundial han ido desapareciendo porque ésta paso a ser no productiva en bienes y servicios sino en la concentración financiera donde en instantes el capital imperialista produce “ganancias” astronómicas sin producir otra cosa que movimientos informáticos de los capitales.

D. Trump sale contra eso, pero no en defensa de una nueva sociedad socialista, equitativa y armoniosa solidariamente, sino en la defensa de lo que hace al Estado Nacional de los EEUU. que en su función de gendarme mundial y director desde el Wall Street de las finanzas del sistema mundial, estaba comprometido permanentemente no como nación sino como sistema mundial y por eso no le interesa producir en los EEUU. sino trasnacionalmente donde las corporaciones tengan más ganancias financieras. Eso destruyó en gran parte el enorme potencial del producto de los EEUU. y redujo al proletariado y capas medias de la población a un permanente retroceso en su nivel de vida.

Esta condición al interior de los EEUU como en su relación con el mundo no podía seguir así. Se venía una rebelión de la lucha de clases y las fuerzas productivas en los EEUU. a la que sale con una política “lógica” desde el sistema capitalista primario a poner cortapisa. Eso hace D. Trump un empresario que captura la candidatura a través del partido Republicano y se catapulta al gobierno. Ahora bien podrá sostenerse en el gobierno en esa política, o será manejado desde el poder estructural ya sólidamente instalado en los EEUU. o triunfará de mil maneras la concepción del “gendarme, policía y centro económico del mundo” que ejercían los gobiernos a través de los tratados de Libres Comercio, del “Consenso de Washington”, de los Plan Cóndor para América latina, la intervención abierta en Irak, Libia, Siria, etcétera. La experiencias de Kennedy que terminó en su asesinato, o la de Carter ambos por el lado Demócrata en otros tiempos, muestran que lo que dirige los EEUU. no es el gobierno político sino el complejo “financiero-Industrial trasnacional-y Militar”. Conocidos también como “El círculo rojo” que es donde se toman las decisiones.

Donald Trump viene de esa clase y estructura y desde allí rompe los esquemas lineales de estos para intentar “volver a las estructuras” del sistema capitalista. Propone recrear una “Burguesía Nacional Norteamericana” cuyo motor no es el mundo, aunque no lo desprecia, sino la potencia de los EEUU. y su amplio mercado interno.

Tener en claro esta condición explica por si mismo que es un intento natural del sistema capitalista más desarrollado en su historia que trata de lograr renacer cuando se está muriendo en el mundo porque su sistema es finalmente agónico después de su esplendor de siglos pasados. Y esto no solo en la economía, sino en la ciencia, el arte aunque nunca en las relaciones sociales.

D. TRUMP Y LAS RELACIONES DE EEUU. CON EL MUNDO:

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El reconocimiento implícito de la prensa imperialista y connotados líderes mundiales del sistema del “Triunfo de Putin” en la elección de los EEUU con D. Trump, en realidad expresan el enorme temor al pueblo y las masas soviéticas a la URSS latente que están absolutamente vigentes en la historia mientras ellos, el capitalismo imperialista esta camino a la tumba

En estas condiciones del curso de la lucha de clases, del cual Trump no se puede escapar, nosotros evaluamos como positivo, el desarrollo de un sector cercano a Putin, que busca orientarse a través del marxismo -aunque de un modo parcial y deformado- para tratar de prever el curso de la historia y de actuar en consecuencia. En especial cuando se afirmaba -vía Maksim Krivelévich, jefe de la comunidad de expertos de la Escuela de Economía de la Universidad Federal del Extremo Oriente rusa- antes de las elecciones que Clinton estaba respaldada por el capital financiero, mientras Trump lo está por el industrial. «El capital bancario necesita un dólar caro y el crudo y materias primas baratos, mientras el capital industrial requiere exactamente lo contrario: un dólar barato para exportación y para el desarrollo de lo que se llama la sustitución de importaciones». O cuando se decía que eran «pseudocientíficas» las explicaciones acerca de que la reducción de los precios de petróleo eran debido al aumento de las reservas del crudo y de las importaciones. «No hay que tomarse en serio los argumentos que a posteriori dan los financieros con el fin de explicar los cambios. Parece ser un poco forzado cuando los comentaristas tratan de dar frenéticamente alguna razón objetiva una vez los precios [del crudo] ya han disminuido. Todo es bastante subjetivo. La razón principal es la carrera presidencial. No existe nada más subjetivo que esto».

Como la IV INTERNACIONAL Posadista viene sosteniendo la razón de la tendencia a la baja en los precios de petróleo, en los últimos 5 años, es seudo económica. A la perdida de hegemonía del imperialismo se suma la crisis interior del sistema y las necesidades objetivas que le plantea la rebelión de las fuerzas productivas. Y esas fuerzas son las que, por sobre la dirección del sistema pesa y genera las crisis actuales, del cual el triunfo de D. Trump es una expresión muy concentrada. Por eso el “dólar caro” no divide aguas entre el capital financiero y el capital industrial. Lo que marca es una contradicción entre la oligarquía financiera transnacional -en la teoría leninista del imperialismo el concepto de oligarquía financiera es = fusión o ensamblaje de intereses entre los capitales oligopólico-monopólicos de la industria y los grandes bancos- por un lado, y el capital no monopólico, atado al espacio económico nacional, por el otro. El camarada J. Posadas mostró en sus textos que es necesario entender el desarrollo de las contradicciones intercapitalistas para afirmar la posición estratégica y la táctica adecuada para resolver el problema principal que representa la contradicción antagónica entre capital privado y trabajo mundialmente socializado. Y esto es lo que la mayoría de las direcciones, incluidas la de la clase explotada, cuando ven esto lo hacen superficialmente cambiando así permanentemente de posición y desarmando de esta manera a la clase trabajadora.

Considerar posible que pueda generarse “un capitalismo Bueno” ( VP 2003) era ponerle un cepo, no al dólar sino a la lucha de clases en su estructura porque disminuía cuando menos la capacidad de disputa de la clase trabajadora con el poder del capitalismo. Y por ello los primeros años del gobierno del compañero Néstor Kirchner en Argentina, fueron de “un gobierno en disputa” que debía sostener el sistema, tratando de generar una “burguesía nacional” inexistente porque ya había probado las mieles de no ser sujeto del curso de la historia sino objeto de los acuerdos con las trasnacionales imperialistas que le garantizaban la conducción política (Consenso de Washington, Plan Cóndor, etc.) mientras éste, la corporación trasnacional imperialista financiera dirigía el país.

Esta condición que en la forma aparece como similar a lo que propone D. Trump, en la estructura no lo es porque los EEUU. como potencial mundial económica productiva y militar que surge radiante después de la II Guerra mundial, tiene componentes internos en cuanto a la potencialidad productiva que no las tiene Argentina ni ningún otro país del mundo. Aún China Popular, Europa o Japón pueden superar esa relación. Solo los Estados Obreros y la URSS y China de la época podían competir y eran lo que J.Posadas denominaba “la concurrencia entre sistemas”.

Donald Trump no es un revolucionario pero produce un proceso revolucionario en los EE UU y en el mundo. Sin embargo, sino no existía tierra fértil, no crecía nada, y Trump aprovechó esa condición natural. Tsipras y el Siryza en Grecia, van a ganar con esta relación mundial, mientas Michel Temer sigue en la cuerda floja y en Argentina Mauricio Macri – como Temer – también sale jodido. Trump, no va a realizar la revolución socialista pero va a meterse para adentro en “retornar a los principios del sistema de 1865”, como lo analizamos hace mucho tiempo. Otra vez lo afirmamos: Donald Trump sale a parar una Guerra mundial cuando declaró que «La política de Clinton en Siria puede causar un conflicto con Rusia y la III Guerra Mundial» o cuando anticipó que «EE.UU. dejará de derrocar regímenes extranjeros», y lo hace en nombre de un sistema capitalista en derrota porque ve que solo relanzando al sistema pueden intentar reflorecerlo.

Toda la parafernalia mediática, en la que él mismo especuló durante la campaña electoral, acerca de su xenofobia, antinmigración crear Muro con México cuando éste ya existe y hecho por gobiernos Republicanos y Demócratas, o el desprecio por la mujer etcétera. va a desaparecer ahora desde “La Casa Blanca” porque no necesita acariciar a los bajos instintos de una parte conservadora nacionalista del electorado norteamericano. El gobierno de D. Trump va a un intento imposible, con esta acción que quiere remozar el capitalismo en los EEUU y su nuevo papel en el mundo, solo va a lograr que al interior de los EE UU se potencie socialmente el cuestionamiento al papel imperialista (recordemos las manifestaciones de decenas de millones del pueblo norteamericano contra la guerras de Vietnam, y en medio oriente, o las agresiones a Cuba, etcétera). Es que para volver ahora al desarrollo industrial interno con mercado en los EEUU, tiene que cortar, cambiar objetivos de relaciones mundiales que son, a su vez, en las que se ha construido el enorme edificio dentro de los Estado Unidos pero que tiene sus cimientos en todo el mundo. Y eso no se puede cortar con decisiones políticas, sino sociales.

Incluso se está planteando la posibilidad de un curso a lo Kennedy, con un resultado final similar – a nuestro criterio – porque el imperialismo financiero no va a dejar pasar a D. Trump con su política, que lo desarma interna y mundialmente. Esto forma parte de un curso desigual y combinado, sin duda, pero que abre las puertas de volver al Estado Obrero en la Rusia de base social soviética. También en que China Popular deberá reflexionar sobre su desarrollo capitalista basado en las empresas trasnacionales, en que el Euro asume el papel de defensor o reaseguro del Dólar. Y en este sentido debe hacerse un profundo revalúo de las políticas nacionales, de los Frente Único y Alianzas políticos, porque se abren puertas que generara al interior los países el cambio de la estrategia del gobierno de los EEUU. las inversiones o el aumento de las tasas crediticias en los EEUU. que en perspectiva es la crisis que en el mundo generará la política económica exterior del gobierno de Trump, y esto va a alentar a sectores nacionales a plantearse una política nacionalista, que sin la intervención de los trabajadores, sindicatos, partidos del campo nacional, popular y revolucionario pueden generar corriente de derecha como está pasando en Europa. En este curso creemos que los camaradas cubanos deberán resolver la política a llevar adelante porque D. Trump no va a continuar la acción de las trasnacionales, que se proponían destruir desde adentro a la revolución, invirtiendo miles de millones de dólares en Cuba, como antes lo hicieron en la ex URSS de la burocracia, con Gorbachov, Yeltsin etc.

Esta elección de Donald Trump es la acción política social más importante del pueblo norteamericano después de la que impuso al imperialismo el retiro de Vietnam. Nosotros vemos y creemos que se han desatado fuerzas interiores que no van a poder ser sometidas por ninguna acción de la clase gobernante. Reiteramos no es la fuerza de D. Trump sino la “olla que ha destapado” el mismo sistema. Como la dictadura cívico-militar en Argentina que hizo la parodia de recuperación de las Islas Malvinas creyendo, como mínimo salir caminando de sus crímenes, y solo selló su derrota final.

En nuestra opinión Trump no cambia la ideología política del capitalismo pero para salvarlo internamente deberá tomar medidas que avanzan directo a una revolución en la economía, política y cultura a pesar de sus objetivos. Los pueblos del mundo han sentido esta debilidad del imperialismo y las direcciones deberán actuar en concordancia con este curso. El reconocimiento implícito de la prensa imperialista y connotados líderes mundiales del sistema del “Triunfo de Putin” en la elección de los EEUU con D. Trump, en realidad expresan el enorme temor al pueblo y las masas soviéticas a la URSS latente que están absolutamente vigentes en la historia mientras ellos, el capitalismo imperialista esta camino a la tumba. Se ha abierto un nuevo curso en la lucha de clases y la rebelión de las fuerzas productivas en el camino de la construcción de una Nueva Sociedad: EL SOCIALISMO.

LC. 9 de Noviembre de 2016

20/11: todos a con CFK a la Vuelta de Obligado!
Zarpazo contra Venezuela: no nos representa!

Referencias   [ + ]

1. Voz Proletaria 1597. 16/04/2015: “En la cumbre presidencial de Panamá se expresó la pérdida de la hegemonía del imperialismo en América Latina”. LC