Revista Internacional Conclusiones Nº 24
LA DEUDA EXTERNA, LAS MALVINAS Y LAS BASES MILITARES DE EEUU EN LATINOAMERICA Y EL MUNDO:
(…) Hoy la crisis mundial del sistema lo sitúa en una relación inferior de fuerzas, aún cuando cuenta con el poder militar y tecnológico más grande de la historia, pero en la contra cara de esa realidad bélica está la decisión de los pueblos de no dejarse volver a atrapar en una función de proveedores de fuerza de trabajo barata y materias primas expropiadas por las trasnacionales.
(…) No es la Deuda externa de los países del llamado capitalismo periférico, o Tercer Mundo, el problema central del capitalismo o lo que llevó a la crisis más grande en su historia a los EEUU y gran parte del sistema mundial. Ello no es factor desencadenante de la crisis de la década de los 30 del Siglo XX, ni los “viernes negros” o quiebras de los más grandes centros financieros del sistema. Esta deuda externa es un reflejo de la asimetría entre el capitalismo concentrado, imperialista en su última etapa, y la imposibilidad de renacer, vía países en desarrollo con enorme potencial social y de materias primas es decir riqueza concreta, para un capitalismo en decadente etapa final.
La crisis por la posesión de las Islas Malvinas y Georgias del Sur, que se mantienen ocupadas desde hace 177 años por el imperio Británico, en realidad no es sino expresión de una condición política de la crisis mundial. No hay diferencia de estructura, sino solo en la forma, de lo que viven los pueblos de Afganistán, Yemen, Irak, Palestina, Grecia, Portugal, Irlanda, España, Somalía o el asedio a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Nicaragua en América Latina y el Caribe. La discusión de fondo que plantean hoy, no hace 28 años con la dictadura cívico-militar en Argentina que los EEUU y Inglaterra propiciaron, apoyaron y sostuvieron mientras pudieron hacerlo, es acerca del poder de independencia política y económica de la región. Está planteando que la Integración Regional que enfrenta al imperialismo debe tener en cuenta que éste no permanecerá con los brazos cruzados. La respuesta está clara, IV Flota inactiva vuelve a “navegar” y potencializada al nivel más alto y con poder de intervención al corazón de la región, las bases militares se interactúan lo que le permite un control aéreo y alcance geográfico total, la presencia de las empresas trasnacionales de los EEUU, Inglaterra y europeas en las privatizaciones y el capitalismo salvaje implementado en el “Consenso de Washington” son el ejército económico silencioso que penetrando en la economía, las finanzas y la producción, entre ello de las empresas esenciales de bienes y servicios, son la quinta columna del colonialismo de esta época.
(…) La dependencia económica produce el sometimiento del desarrollo al que tiene la facultad de decidir, en este caso los EEUU y los países desarrollados. Es otra forma de penetrar, como son las bases militares y la ocupación de países como en Afganistán, Irak, Yemen, Somalía o las Islas Malvinas. La permanente provocación a Irán no es por un problema religioso, sino porque la revolución Iraní, Islámica o no, desenvuelve la lucha antiimperialista en todo el Asia. Es un emblema de desarrollo propio independiente y avanza a la discusión de una nueva sociedad bajo formas armónicas que solo puede arribar, finalmente, a la sociedad socialista. Y ello está por afuera de toda religiosidad, y mucho menos al inquebrantable derecho del Estado Iraní a desenvolver su energía atómica para los fines que el país necesite. La misma condición le compete a la República Popular y Democrática de Corea. El club de los países con armas atómicas que controla el imperialismo, es una muestra de la tremenda asimetría de las relaciones internacionales. El estado sionista de Israel puede exhibir su potencial atómico como infante de los EEUU, mientras Irán no puede desarrollar su energía atómica.
En este proceso el papel de las naciones va intrínsecamente unido a la lucha de los pueblos por su independencia nacional y social. Los partidos revolucionarios, sindicatos, centrales nacionales y regionales, los movimientos sociales forman la estructura de esa nueva sociedad en construcción, primero en el imaginario social y luego en la práctica de la vida
Extractos de la Editorial » LA DEUDA EXTERNA, LAS MALVINAS Y LAS BASES MILITARES DE EEUU EN LATINOAMERICA Y EL MUNDO»