Presidente José Mujica: “sincerar” el mercosur es la integración regional politica con planificación productiva
Apertura de los libros empresariales. Economía Alternativa de pequeños y medianos productores del campo y la ciudad. Estatización del comercio exterior como parte de la Federación de Republicas y Estados Revolucionarios de América latina.
León Cristalli : Director de la revista internacional “Conclusiones”.
12, enero, 2014.-
Está claro que lo que plantea el presidente José Mujica es un problema central no resuelto por la actual forma de integración regional. Por ello apoyamos las declaraciones del Presidente acerca de «sincerar el Mercosur». Es necesario apoyar como que se lleve a cabo esta discusión abiertamente. Pero vemos necesario hacerlo desde la vereda de enfrente en que lo plantea el Presidente. Y esto es porque Mujica lo hace desde dentro mismo de la crisis pero a su vez es una disputa regional de intereses; y claro que existen ellos ¿pero de qué “intereses” estamos hablando?, de los que corresponden a la “patria financiera, empresarial, oligopólica o social?
Por eso esta discusión debería comenzar en las raíces del problema, que siendo parte regional, son los intereses privados nacionales los que los fijan. Y en ello aparece la apertura de los libro “negros” de todas las empresas que participan del negocio de producción, distribución y venta en que se sostiene el sistema capitalista. Mientras que las crisis las terminan absorbiendo los trabajadores que no son responsables del funcionamiento capitalista del sistema actual, los que deciden la vida de la gente son otros. Por eso es necesario que los empresarios muestren el verdadero funcionamiento empresarial, comercial, que se hace dentro del sistema privado, capitalista. Mostrar cómo se concentra la explotación de la fuerza del trabajo en relación a la acumulación del capital. Y allí es donde se verá que esta asimetría entre fuerza de trabajo y capital, que es similar a del comercio y las relaciones productivas entre las naciones de la región no comienza sino que termina allí. El que tiene poder económico impone su políticas.
ALCANZAR MEDIDAS QUE AFIRMEN EL PROGRESO ALCANZADO
Por ello surge necesario el Monopolio Estatal del Comercio Exterior en la que el Estado Nacional realiza una tarea insustituible de control sobre la voracidad del capital externo e interno. Que no sólo se intervenga en la disputa entre las burguesías de la región, cuando utilizan los desiguales instrumentos, naturales a su clase y al poder con que cada burguesía cuenta. Y es aquí donde el Uruguay pierde.
En nuestras páginas hemos sostenido esta discusión sobre la función del Mercosur desde que se fundó en el Tratado de Asunción el 26 de marzo de 1991, cuando lo calificamos de “Comesur”(1) al analizar cómo esos acuerdos para lograr un supuesto libre comercio regional, con algunas compensaciones a los más débiles, en realidad favorecían a las grandes cadenas productoras trasnacionales, que además se mimetizan asociadas con capitales nativos abriendo así las puertas a la penetración internacional de productos que hunden a la industrias nacionales. Por ello, desde nuestras páginas en “Conclusiones” se analizó y planteó que no era, y nunca antes el Mercosur lo fue, una integración regional en función del objetivo del progreso social, sino un acuerdo comercial para la ganancia empresarial, en la que los parámetros de la política hacía aplicar en la región lo que dictaba el FMI, el BID, y el BM. Así se burlaban impuestos internos, pero además se lograba liquidar conquistas sociales, sindicales, tercerizando la mano de obra, la fuerza de trabajo en miles de pequeñas empresas por afuera de los convenios salariales y sindicales colectivos, tanto como en producir parcialmente en cada país al menor costo, en particular del salario.
Por esta razón, si el Presidente del Uruguay propone, destapando la olla, la discusión hacia la conformación de un nuevo Mercosur, creemos debe hacerlo desde el campo de la evolución social que avanza a la organización y planificación socialista de la región, teniendo en cuenta la función del Uruguay dentro de este proceso. Y nunca desde la defensa de los intereses de la burguesía política uruguaya la que – finalmente – representa los intereses de las empresas trasnacionales, financieras y bancarias que controlan la economía interna mimetizándose con “lo nacional”.
Como está claro que esta condición igual, pero multiplicadas decenas de veces por el poder de sus PBI (2) y las Rentas nacionales, es lo que les cabe a las burguesías de Argentina y Brasil, sin duda. Paraguay ni siquiera merece analizarlo cuando su papel siempre ha sido nefasto, solo un Caballo de Troya del capital trasnacional, del lavado de dinero, narcotráfico, etcétera. A Paraguay hay que ayudarlo desde todo el UNASUR para que salga del atraso de un capitalismo puramente supeditado el exterior con oligopolio de empresas agrarias que masacran a su pueblo.
En este curso necesario, advertimos que aparezca el peligro escondido tras la “crisis del Mercosur” una salida “propia en nombre de los intereses nacionales para llegar a un acuerdo con la “Alianza del Pacífico” o un Tratado de Libre Comercio (TLC), sinónimo del ALCA que fue enterrado en noviembre del 2005 en Mar del Plata. ¿Acaso el Presidente Mujica quiere aprovechar la crisis de los capitalistas, inversores, de las burguesías de la región, para regar la planta seca de un ALCA renovado al servicio de los que se declara combatir? Pensamos que no!!
Compartimos que existen enormes asimetrías, abismales, entre los PBI (Producto Bruto Interno) de la región, de Brasil, de Argentina, respeto a Uruguay. Ahora, no podemos ni debemos cuestionar esto para terminar favoreciendo a quién o a quiénes se ocultan detrás de la cortina de un supuesto nacionalismo empresarial. El capital no tiene patria sino se ubica en su interés de acumulación, por eso es universal y pudo derrotar al feudalismo.
Hay que independizarse de los que someten la política a la concepción y los intereses trasnacionales de clase imperialista. El gobierno del Frente Amplio no puede empantanarse en la defensa de una seudo democracia en cuanto a los derechos humanos, pero que no ataca, ni va a la raíz de lo que genera la crisis, interna y externa. No es legítimo convalidar que dentro del sistema capitalista, que es gestor y defensor de seudo democracias, siempre gana el más fuerte, el que concentra el poder económico. Entonces, es necesario responderles -como dicen en Colombia- «coman mierda»: este es el sistema, de los partidos del sistema de esa democracia que Uds. defendieron antes desde el Gobierno, o, ahora, desde la oposición.
Están maduras las condiciones para abrir este debate, esta discusión. Ya se avanzó, como IV Internacional (3), en el análisis de la función «divisionista» que se viene impulsando al interior del CELAC. Luego aparecieron declaraciones del Presidente de Venezuela Nicolás Maduro planteando lo mismo, lo que resulta muy importante!!
HUGO CHAVEZ VIVE EN LA SIEMBRA DE INTEGRACIÓN POLITICA
La salida de progreso nacional está en una integración regional no sólo económica, sino política donde se planifique qué, cómo y dónde se produce. Es a partir de aquí donde se construirá, bajo la forma que vaya adoptando en tiempo y espacios, la Patria Grande. Mientras esto no suceda, cómo propuso el Comandante Eterno, Hugo Chávez Frías “la Integración Política” -que es discutir como una sola nación-, solo asistiremos a algunas acciones espasmódicas, en el mejor de los casos, declaraciones de “buenas intenciones”, sin ir al fondo de la cuestión que es intrínsecamente lo que hace a las naciones, la relación de clases, la lucha entre intereses sociales contrapuestos, que es la vida objetiva nacional en la lucha de clases.
En la crisis del Mercosur se expresa la crisis del sistema capitalista, la rebelión de las fuerzas productivas tanto como la incapacidad del sistema en poder encontrar -cualquiera sea el Gobierno que la enarbole-, una salida, un camino, que se fundamente en el progreso social. Como la crisis regional no es ajena sino, por el contrario, producto de las relaciones mundiales de la división de la fuerza del trabajo y el capital. Un curso que antes con la presencia de la URSS y el “campo socialista” se producía en una concurrencia “sistema contra sistema”, como analizó J.Posadas, y hoy se da entre el desarrollo de nuevas fuerzas productiva y económicas- como el BRICS, y el área de América latina y Rusia y China-, en cuyo desarrollo ya está plantado firmemente que el sistema capitalista imperialista no tiene perspectivas, a excepción de hacer la guerra para generar tiempo y espacio históricos.
Por ello el MERCOSUR es mucho más que un acuerdo regional de transferencia económica en la disputa capitalista por la concentración. Sino una vía concreta de poder generar una salida alternativa a la clase trasnacional imperialista. Pero ello exige una correlación de fuerzas internas en la región que no esté determinada por el interés burgués capitalista nacional, sino incluso dentro de un sistema capitalista vigente pero ya en la etapa de transición a una nueva sociedad.
SINCERAR EL MERCOSUR EN FORMA SOCIALMENTE REVOLUCIONARIA
No se puede plantear “sincerar” el funcionamiento del Mercosur cuando, al mismo tiempo, se esconde la raíz del problema. No es un método ni científico, ni político progresista, revolucionario cuando se busca pasar por debajo lo que debería discutirse arriba con la más plena intervención social de los pueblos de la región. Aquello que Hugo Chávez propuso en sus últimas intervenciones: el “Plan de la Patria”. Y ello comienza en generar la transformación del Estado autárquico, conservador por sobre la sociedad, en un Estado Revolucionario que respondiendo al interés nacional éste sea parte de la integración regional.
El poder de la gran burguesía paulista (4), en particular, que produce el 80% del PBI industrial del Brasil es enorme, desproporcionado, a cualquier discusión con Uruguay. Incluso esta misma discusión se procesa con la Argentina, aunque esta nación cuenta con más herramientas para presionar y resolver. El Uruguay no puede hacerlo por la debilidad de su economía, pero tiene a su vez la fuerza enorme de la cohesión social que se expresa en un gobierno progresista con un programa del FA revolucionario, antiimperialista que le da seguridad y posibilidad de intervenir con la comprensión de las grandes masas populares. Si no se queda en la disputa de fuerza de la economía capitalista y entonces se maneja una política que conduce a procurar apoyos de “afuera” para compensar la debilidad interior, sea vía Alianza del Pacífico, FMI, TLC, etc. En ese camino, si a tiempo no se retracta el rumbo, puede terminar siendo un torpedo contra las masas uruguayas, porque genera aislamiento regional que tanto favorece como desenvuelve y recrea una cultura anti unidad regional. La otrora llamada “Suiza de América” es una quimera, como la de Carlitos Chaplin y el oro del que pretendía vivir. En cambio un MERCOSUR social unido políticamente por un sólido interés común, rompe la cadena que ahoga las fuerzas productivas porque planifica y organiza su desarrollo armónico como sociedad regional común, o Patria Grande, permitiendo de esa forma poder enfrentar a un competidor imperialista que, por ahora, tiene las herramientas para presionar e intentar aplastar la lucha por una sociedad que en transición finalmente se liberará de su yugo imperial.
DEFENDER EL PROGRESO DEL “PAISITO”
Lo que aparece en estas contradicciones es la de un “paisito” invertido, de cabeza a lo que hace a la historia del Uruguay, del proyecto de “Tierra y Libertad” de José Gervasio Artigas y su patria unida del siglo XIX, es el revés de lo que representa el pueblo uruguayo, o un Alfredo Zitarrosa denunciando con la guitarra negra las miserias de políticas oportunistas que siempre terminan siendo reaccionarias cuando el pueblo no interviene y decide. Pues, es necesario abrir esta discusión, la que servirá para avanzar desde ahora hacia un luminoso gobierno de Tabaré Vázquez (2015-2020)
“Ojo al tambor” diría Hugo Chávez: No es asunto sencillo cuando desde las decisiones políticas se termina enfrentando a los trabajadores no con sus explotadores, los patrones políticos nativos, sino con los de otros países como una abstracción de lo que hace a los beneficios y necesidad objetiva que plantea la integración regional. Cuando se procura una introversión social que aleja enormemente al Frente Amplio y a su Gobierno de la decisión de concretar mil acuerdos con la revolución bolivariana que produjeron enormes beneficios al Uruguay, como abriendo brecha de progreso político sincerar realmente el fondo de la cuestión en la región. Es exponer a los decenas de miles de uruguayos que trabajan, viven y envían dinero al Uruguay desde otros países, en particular Argentina y más parcialmente Brasil, Australia etcétera.
LA INTEGRACIÓN POLÍTICA, LA ECONOMÍA EL PROGRESO REGIONAL
Existe, por detrás de esta política que denuncia las asimetrías en la integración regional, que así anunciada aparece como correcta, pero que con el gobierno argentino, surge de fondo de confrontación histórica de incomprensión de las direcciones políticas con el peronismo. Que se vio antes tanto en Jorge Batlle como últimamente en José Mujica. No existieron “infortunados adjetivos” (5) sino que sinceraron lo que piensan Blancos y Colorados acerca de los gobernantes argentinos. Desde un piso político errado que sin diferenciar a dirigentes de distintas orientaciones políticas como Carlos Menen, un neoliberal, que terminó agente de los yanquis, objetivamente poniéndolo al mismo nivel y papel que los de Néstor Kirchner–Cristina Fernández, que han realizado lo opuesto a Menem, y que además están sostenidos desde otra perspectiva histórica de liberación nacional, popular y extracción social del proceso político argentino.
Por ello el punto de inflexión, es el dónde se apoya José Mujica para denunciar la asimétrica realidad económica dentro del Mercosur, la misma que nosotros venimos denunciando desde hace más de 20 años. Allí se muestra debilidad política y sometimiento a las reglas del sistema capitalista clásico. No hay diferencia entre su concepto de la democracia y esta denuncia que ahora aparece. Lo de las pasteras en tiempos del Gobierno de Tabaré Vázquez, la posibilidad de pedir la aplicación del TIAR contra Argentina -es decir, intervención militar de EEUU contra el Gobierno de Néstor Kirchner-, resulta realmente dramático. Un organismo militar creado por el imperialismo. Un acuerdo que en su momento era la NATO en A. Latina, contra la URSS, CUBA, los Estados obreros y la revolución socialista. Un TIAR que no movió ni un dedo en el conflicto por la recuperación legitima de las Islas Malvinas facilitando así la agresión y actual instalación de armas atómicas en el Atlántico Sur.
Sin duda es necesaria la defensa de la producción, del derecho al trabajo del pueblo uruguayo, un derecho que no debe ser utilizado por la burguesía política y las trasnacionales para defensa de sus intereses capitalistas y rompiendo la unidad regional que históricamente tienen intereses sociales, humanos comunes. Creemos firmemente en la capacidad y el olfato político de Tabaré Vázquez para que el próximo Gobierno del Uruguay pueda jugar una función de enorme progreso en esta área, para liberar, para profundizar esta discusión tan necesaria sobre integración y unidad política continental. El pueblo uruguayo, el Frente Amplio, el PIT-CNT, la historia de la lucha obrera, campesina, estudiantil, de los “pasivos” y no tanto, de la clase media que en Uruguay son una escuela y ejemplo para el mundo. Nada impone retroceso político y social aislando, o peor aún, aliándose a “nuevos socios económicos y comerciales”, en nombre de la defensa de una economía basada en la explotación capitalista, tanto nacional como regional, que sí hay que superar enterrándola como se hizo en Mar del Plata el 5 de Noviembre de 2005, encabezado por los gobiernos de Néstor Kirchner, Lula Da Silva, Hugo Chávez, Tabaré Vázquez. Hay que retomar ese curso indivisible de la discusión para unidad política que planteará Hugo Chávez y debe realizarse, ello es lo que hace el progreso social con la Integración Regional Económica y Política. Es La Patria Grande que se plasmará en resolver equitativamente en una nueva Latinoamérica que se abra a discutir y resolver planificadamente qué, dónde, cuándo y cómo producir el progreso unido en la construcción de La Federación de Repúblicas y Estados Revolucionarios de América Latina.
(1) El Mercosur o mercado común de las trasnacionales.LC. 2 de abril de 1991. Publicado en Voz Proletaria 1390, del 30 de abril de 1991.
(3) Documento de León Cristalli sobre Argentina fechado el 4 de enero de este año, aún no publicado.
(2) PBI (al 2012) en dólares: Brasil 2.253 Billones, Argentina 474.900 mil millones, Uruguay 49.060 mil millones, Venezuela 382,400 mil millones.
(4) Paulista. Se refiere a la concentración capitalista en el estado de Sao Paulo, Brasil.
(5) El 3 de abril del año 2013 Mujica afirmó “Esta vieja es peor que el tuerto”, hablando sobre su par argentina, Cristina Fernández de Kirchner, durante una conferencia de prensa realizada en Sarandí Grande, Florida, cuando no percibió que los micrófonos estaban abiertos. La frase se escuchó en la transmisión en vivo, vía satélite, que hizo la página web de la Presidencia de la República.