POR agresivas políticas de Integración Regional…
…Hacia la desaparición de las fronteras económicas
León Cristalli. 10 de julio, 2013.-
La realidad objetiva de la concentración de masas en el apoyo al Frente Amplio y a Tabaré Vázquez en particular se ha desdibujado ante la imposibilidad de las direcciones – que incluyen tanto a Tabaré, como a Astori y Mujica-, para encontrar, crear, generar una política de progreso social y económico desprendida del tradicionalismo histórico de la burguesía política. Que fue antes y es ahora el de aprovechar las debilidades de las demás burguesías para conseguir un superior intercambio, sacando su tajada.
Es síntesis, esta conclusión la venimos planteando hace 30 años, cuando calificamos a la burguesía uruguaya como burguesía “política», fuera de los intentos de los Batlle, en su origen, que fue una forma de aplicar al Artiguismo desde la Integración económica y política. Pero, luego, no les dio el cuero, ni a ellos ni a los que debían encararlo.
Líber Seregni intento plasmarlo en el primer Congreso del Frente Amplio en un programa antiimperialista, revolucionario, socialista en el objetivo. Hoy ¿cuál es la política económica? ¿Que es lo que se propone como parte de la integración regional, el nuevo Mercosur, la Unasur, el Celac, el Banco del Sur, el Alba? Nada! Solo lamentarse de las asimetrías – reales, por otra parte -, entre los países. Pero para superarlas es necesario desenvolver políticas agresivas de integración donde desaparezcan las fronteras económicas, no sólo el tránsito con documentos del Mercosur, sin fronteras.
En los años 1948/49 J.Posadas, analizando los intentos integracionistas de Perón en la década de 1950 cuando éste diagramó una alianza estratégica integracionista con CHILE Y BRASIL para “frenar y derrotar al imperialismo”, explicaba que la limitación de esta Integración, era que se quedaba en la formación de una economía basada en la burguesía nacional, que si bien ciertamente beneficiaba a las masas elevando el nivel de vida de los trabajadores, en especial al proletariado que tendría un papel protagónico en la historia del país, que además era peronista pero estructuralmente como clase comunista en su concepto de vida, estaba limitado en la perspectiva (luego J.D. Perón plantearía “el socialismo nacional”). y esa integración regional que apuntando al progreso quería constituir una Federación Latinoamericana de países. Y que hoy se ha vuelto a plantear pero mucho más profundamente porque la debilidad y disgregación mundial de la hegemonía del capitalismo desarma cualquier perspectiva seria de encontrar un reciclado de lo mismo, con Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Argentina Brasil, Uruguay en distintos niveles políticos de su economías pero en un mismo curso del cual el que quiera salirse rompería con la estructura más avanzada y elevada del desarrollo social desde hace 200 años en el Hemisferio.
El imperialismo intenta con la “alianza del Pacifico”, y otras acciones menores, revivir un ALCA fenecido en el 2005 con la lucha de Kirchner, Chávez, Lula, Tabaré. No hay TLC que pueda revivir de cara a la fuerza enorme, potencial y concreta, que se abre a una discusión de fondo en que la “Integración no debe ser económica solamente, sino POLÍTICA..”, como proponía permanentemente el camarada Hugo Chávez y a lo que dedicó una gran parte de su política estratégica regional continental.
Por esta razón se debe y puede avanzar hacia una integración política y económica, lo que no puede hacerse con una política ante el poder económico, de corte capitalista clásico, burgués nacional, sometidas al accionar de las empresas trasnacionales y el imperialismo. Una política que se continúe en lo que proponía Hugo Chávez para el Alba y la Integración política.
Se hace necesaria flexibilidad, sin doblarse, sin apoyo seguidista ni criticas irracionales que pongan trabas al progreso del próximo Gobierno nacional del Frente Amplio, dirigido nuevamente por Tabaré Vázquez. Tanto como no hay posibilidad de que el II gobierno de Tabaré, y III del FA, sea de progreso social si no se parte de lo mejor de su primer gobierno y del conjunto de lo que ha resultado de los dos gobiernos del FA.
No se trata de ganar una elección mimetizando el programa de la oposición burguesa política de los partidos del sistema. Y eso ya ha sido interpretado por una parte importante de la militancia del FA, del PNI-CNT, con el voto de “la masa crítica” que desde adentro mismo busca impulsar la aplicación de las propuestas histórica del FA de 1971, como del Congreso Zelmar Michellini.
El levantamiento de importantes sectores de las masas brasileras, en particular de la juventud, no ha sido contra Dilma. Lula y el gobierno del PT, sino para que éstos se desprendan de alianzas que los sujeten a políticas “tradicionales”, como en nuestra opinión ARCAICAS, porque no representan lo mejor y más avanzado ante la disgregación con destrucción social como se muestra en la Europa de la Comunidad, la crisis sin salida social en los EEUU, etcétera. No se está planteando un “socialismo utópico” o el idealismo del igualitarismo sin base estructural desarrollada en la economía planificada y un papel revolucionario del estado con control de la sociedad y UNA NUEVA DEMOCRACIA SOCIAL.
Si J.D. Perón planteaba esta posibilidad en la década de 1950 y luego avanzó al “socialismo nacional”, pero socialismo e independiente del imperialismo y el tutelaje de los EEUU y el capitalismo mundial trasnacional, cómo no plantearse hoy discutir la INTEGRACIÓN REGIONAL POLITICA QUE GENERE UNA NUEVA ECONOMÍA, de países que tienen todo el potencial físico, geográfico con enormes riquezas y reservas estratégicas, de cara a un capitalismo en su etapa final. No es entonces sometiéndose a la desintegración sino a la revolución que emerge con fulgurante dinámica y fuerza social de masas. Y ese, es en nuestra opinión, lo que debe avanzarse en el eje de las políticas de la región (que además ya se aplican) y que Uruguay como país de arraigo cultural y social enorme, a pesar de su geografía pequeña de cara a sus hermanos del Brasil y Argentina y toda América Latina, y de allí a los países del BRICS, etcétera.
La agresiva política de integración regional ya avanzó rompiendo la hegemonía imperialista trasnacional en la región. Hay que discutir y avanzar en la discusión DE POLÍTICAS COMUNES que va a superar la de las burguesías nacionales para INTEGRAR LA DE LOS PUEBLOS, y allí desaparecerán las fronteras que hace 200 años nos impuso el imperialismo europeo y luego de los EEUU.
LC
Editorial de la Web de la revista Internacional “CONCLUSIONES”