Derrotar las alianzas reaccionarias…
…VOTANDO LA CONCENTRACIÓN AL PERONISMO DEL FRENTE PARA LA VICTORIA (FpV)
Por León Cristalli
Director de la revista Internacional “Conclusiones”
El Frente Para la Victoria es un Frente Único Social y Político de masas que fue desenvolviéndose desde aquel épico 21.7% electoral del compañero Néstor Carlos Kirchner en el 2003 hasta el 55% de la compañera Cristina Fernández de Kirchner en 27 de octubre de 2012. Es un curso político de 10 años en que lo central fue el papel social de la recuperación económica del país, que hasta ese momento de mayo del 2003, había sido destruido en su estructura productiva y reducido a la dependencia externa para su supervivencia. Un proceso que lo podemos ver y en comparación con lo que sucede en la actualidad en Grecia endeudada en varias veces su PBI, dependiente de préstamos externos que enajenan el desarrollo y la vida independiente misma de la nación y que,como en Argentina por aquellos años, la política es un instrumento de las trasnacionales y el Estado un subsidiario del interés del imperialismo en la región.
El papel de la fuerza del trabajo en esa economía estaba supeditado al interés global del sistema capitalista, que a su vez sostenía a una burguesía oligárquica financiera que no dependía del desarrollo de la nación, es decir del proceso de construcción del mercado económico con poder adquisitivo hablando en términos del sistema capitalista actual, y solo apuntaba a la exportación de las materias primas que el sistema trasnacional imperialista le fijaba, y ordenaba a través de los precios de éstos como de la cadena de “préstamos” sobre “préstamos” que lejos de “blindar la economía” como fariseamente lo decía el gobierno de aquella Alianza, la hacían más supeditada y dependiente de las órdenes en interés del grado del imperialismo.
El crecimiento de la economía con inclusión social -aunque haya mucho que mejorar-, es producto de un programa y política dialécticamente desarrollada en la práctica con los actores que debían ser fundamentos de una primera etapa. Es hecho no fortuito o circunstancial por “viento e cola” o arte de magia como quiere hacer aparecer la oposición, desde la derecha recalcitrante hasta la inoperancia política de una programática izquierda seudo trotskista, que analiza lo obvio y propone sin política en tiempo y espacio. Yen el medio de este curso, está la pérdida del timón como movimiento obrero organizado de parte sustancial de las direcciones sindicales, en particular de la CGT con Moyano en la Secretaría General, rompiendo con lo antes actuado y el papel que deben cumplir como parte de la lucha de clases y el curso histórico de los sindicatos en el país.
Sindicatos, CGT, FPV y el POBS
Qué lejos y en contra del progreso ascendente de la lucha de clases se ubican las direcciones de la seudo izquierda, el socialismo pro yanqui de Binner, el enredo sociológico de Pino Solanas entre las cintas del celuloide de sus buenas películas. Como del papel de dirigentes de algunos sindicatos que corren a realizarse a través de un cargo parlamentario.
El curso social, político y económico que plantea desde 1952 la necesidad de la construcción del Partido Obrero Basado en los Sindicatos, (P.O.B.S.) apoyado en los históricos programas sindicales de La Falda y Huerta Grande (1957/63) no solo que no se extinguió en estos 61 años, sino que se muestra vigente, vivo absolutamente y hasta parcialmente aplicados en estos 10 años. Por eso y en alianza contra natura con la derecha, como la candidatura de De Narvaez junto a Plaini, este último reivindicando esos programa que nada tienen que ver con el primero.
Lo “novedoso” de la aparición del Intendente del Tigre Sergio Massa y su programa neo-kirchnerista para competir con el FPV en la provincia de Buenos Aires expresa doblemente por dónde pasa el curso estructural, hasta ahora, de un gobierno nacional, popular y democrático como las contradicciones que se generan en este desarrollo, y las necesidades que ello a su vez plantea. Este “fenómeno” como algunos inclusive desde nuestro campo le otorgan a este campechano candidato que no quiere encapsularse en la derecha pro imperialista aunque esa sea su política de fondo y su organización, no es otra cosa que la expresión clara, diáfana de lo que plantea la necesidad del curso de estos primeros 10 años. Es la forma contradictoria, y parcialmente antagónica insistimos, en que la lucha de clases vía el curso histórico objetivo, plantea la necesidad de la profundización de todo lo avanzado y la permanente y necesaria evolución y revolución en que como balance de los primeros 10 años ya desenvueltos hay que realizar para avanzar en lo que se constituye como el programa nacional y regional de esta etapa.
J.D. Perón planteaba como necesidad política la evolución de los cambios para que fueran estructurales, es decir sin posibilidad de retorno. Eso se expresó en lo que J.Posadas analizó, en la cúspide y único, de sus textos acerca del peronismo de masas (Editorial de numero 1 de Voz Proletaria, Junio de 1947: PLAN QUINQUENAL O REVOLUCIÓN PERMANENTE). Es el proletariado peronista que piensa colectivamente en forma comunista, socialista. Y de ese legado se nutre hoy este curso. Por eso La Cámpora, el MILES, etc., son expresiones de esa “concentración social y política” pero que no tienen aún el poder del control de la economía que siendo capitalista en su funcionamiento impide la realidad de un estado de transición a la construcción del Estado revolucionario, como surge claramente en lo que analizan y proyectan los discursos de la presidenta Cristina.
El neo kirchnerismo de Massa y Capriles
El Capriles argentino es Sergio Massa, por ahora, porque como aquél se quiere mimetizar con el curso ascendente del desarrollo del país y la región, por eso se volvió “chavista” y hacía campaña con el cantautor revolucionario venezolano Ali Primera, como aquí S. Massa no ataca lo conseguido ni se opone a las conquistas sociales, sino que abre una política que desde el campo de la burguesía quiere capitalizar todo el progreso construido en la lucha de clases, que encabezó en su momento hace 10 años Néstor Kirchner. S. Massa quiere darle una mano de superficial encuentro de clases, a lo que es parte de la lucha de clases. Por eso el se diferencia de los que atacan a la compañera Cristina desde todo el arco opositor capitalista y seudo revolucionario. Hacer de una supuesta “crispación” discursiva de la presidenta una política es querer pasar por debajo del puente, dicen los cubanos o “pasar un camello por el ojo de una aguja” según la religión. El fondo de la cuestión, expresamos los marxistas es LA LUCHA DE CLASES, y ahí mueren todas las políticas que no expresen el progreso social.
A la compañera Cristina Fernández de Kirchner se la ataca por lo que realiza en el progreso del país, y la Integración Regional, no por lo que pueda no conseguir hacer como gobierno. Y el Intendente S. Massa sale a meterse en el medio de esta controversia que a su vez se va expresando en las necesidades de profundizar el curso, y de ello, la limpieza interna de cualquier elemento que vaya contra este curso social, político y económico.
El Sr. Jorge Lanata y su combo de “Clarín, La Nación, Perfil, la TV Comercial” que lo financian, expresan la otra cara de esa misma moneda de cambio de la política. Es un invento del sistema, no solo mediático, sino económico y político para generar en los sectores de la clase media y los más atrasados políticamente, imagen falsa, distorsionada de la realidad y para ello deben buscar en el basurero de las relaciones sociales, económicas y políticas naturales al sistema capitalista que defiende, pero sin nombrarlo ni menos atacarlo. Por eso busca “corrupción” como novedad o denuncia en una sociedad capitalista que se construye en la apropiación de la fuerza colectiva del trabajo por unos pocos, siendo esa la primera corrupción del sistema: la desigualdad de las clases y sus derechos. Y cuando un gobierno nacional, popular y democrático avanza revolucionariamente cambiando esa realidad no solo les molesta, irrita sino que los hace criminalmente feroces ante el progreso social. Y allí aparecen con rigurosidad corporativa el tercer poder del estado actual la Justicia con su Corte Suprema, y todo lo que la sostiene, como herramienta de traba y -si pueden- de destrucción de lo que signifique cambios en la estructura del estado republicano. La posición de la Justicia es acorde al interés en que se apoya la constitución actual de 1853 y reformada en 1994. No es la letra escrita, sino en el espíritu político de lo que se hizo para generarla. Por ello la Corte, o cualquier Juez, puede paralizar leyes que surgidas el Poder Legislativo, no sean monocordes con el interés supremo que defiende esta Justicia cautelar de los derechos del gran capital.
Por esa razón, como denuncia de ese papel retrógrado de estos Lanatas u otros, asume importancia y papel revolucionario el “golpe de furca” que le propinó el compañero Luís A. D´Elia a las “denuncias” del Sr. Lanata. No es un problema personal, ni siquiera partidario sino SOCIALMENTE REVOLUCIONARIO porque ha dejado con el traste afuera a uno de los íconos inventados por la corporación y el imperialismo. El Sr. Lanata, como Grondona, Longobardi y otros, son la cara visibles de la clase política contrarevolucionaria en los medios; representan a las corporaciones trasnacionales nacionales e imperialistas, como a los políticos de una seudo burguesía que nunca llega a ser ni siquiera nacional porque cuando es rentista, financista, no productivos, saltan la “talanquera” dicen en Venezuela, y hacen plata fácil a costa del pueblo y el Estado.
Pero queremos destacar, en este Editorial en la Web de nuestra revista, que la respuesta a todo esto viene de la clase obrera, de los territorios, de los excluidos del sistema. En síntesis, viene de LA CLASE EXPLOTADA que lucha por una sociedad basada en la defensa de la justicia social, la soberanía política y económica. Sociedad que ahora se está cambiando, aun parcialmente, en distributiva pero cuyo talón de Aquiles, es en nuestra opinión, tratar de construir un “capitalismo bueno” que niegue su raíz de clase explotadora. Por eso es el compañero D´Elia el que le pone las cosas en su sitio al Sr. Lanata. No es problema de empresarios o cooperativas de vivienda, sino de la función de los medios de prensa clásicos del sistema, que hacen del “apriete” y las “amenazas”, moneda corriente de la corrupción periodística. Profesión que en nuestra opinión es la primera en la historia de la humanidad, porque permitió al ser humano, más allá de saber y conocer lo que no podía ver, comunicarse entre sí e ir construyendo la historia de la civilizaciones.
La etapa de transición y una Constituyente
En estas elecciones PASO, como en las del 27 de octubre, hay una necesidad de concentración del voto a las listas del FPV, salvo algunas honrosas excepciones, porque lo que está en la primera plana del curso político es la de reforzarlo, reestructurarlo desde adentro mismo. Aun cuando en las listas no estén todos los que deberían, o están quienes puedan no merecerlos. En esto no hay margen para el error en a quién votar.
Los acontecimientos en Egipto, como antes Grecia, Venezuela, Bolivia o Brasil expresan un estadio del curso, un “sinceramiento de éste” como venimos planteando hace 23 años. Y ello es lo central porque toma un eje único con dos fuentes permanentes de alimentación en nuestra opinión: La Lucha de Clases y la Rebelión de las Fuerzas Productivas.
Ello está marcando una nueva etapa de la historia, como también en los tiempos y espacios de este, tanto en los levantamientos, rebeliones sociales que sostienen el progreso socialista de la humanidad, de los gobiernos que desde distintos puntos y actuando en varias, desiguales y combinadas direcciones avanzan en este camino en todo el mundo. El UNASUR, CELAC, nuevo Mercosur, el ALBA, el Banco del Sur y las relación directa con el BRICS, pero además con el progreso político-militar de la Rusia de base y ejercito soviéticos, de China como potencia económica basada en un partido Comunista que defiende el socialismo, en Venezuela que no arrió la bandera del socialismo, en Bolivia construyendo un Estado Plurinacional socialista, de los pueblos de Grecia, Siria, Egipto, Palestina, Bulgaria etcétera que cada día avanzan en la defensa de una vida digna, soberana y económicamente justa.
Esto tiene que expresarse en las próximas elecciones. No lo irracional del seguidismo ciego, sino de un amplio apoyo crítico para sostener e impulsar lo mejor del curso político, desenvolviendo lo revolucionario y popular del cambio a una nueva sociedad que tiene ya sus raíces. En ese camino se plantea la necesidad de una Constituyente refundadora de la republica.
Como dijo Carlos Marx “la humanidad no se propone nada que antes no haya resuelto” y eso estamos viviendo y como dice la compañera presidenta Cristina, “un mundo, sociedad que se derrumba”. Y es a eso el miedo de clase que tienen estos sectores reaccionarios, retrógrados que quieren volver a un pasado de opresión y degradación social y humana. Las elecciones del 11 de agosto, como las del 27 de octubre próximos, no son elecciones de forma, sino una calificación de lo que quiere una sociedad que, dividida en clases, busca la armonía que solo puede construirse en el progreso social, en nuestra opinión y como en otros países de la región, será en la perspectiva socialista.