EL MUNDIAL DE FUTBOL, MESSI, LA ALEGRIA DE LOS PUEBLOS Y LA LUCHA DE CLASES

Por León Cristalli                                                                  19 diciembre 2022  

En el curso de la historia de la humanidad el desarrollo materialista dialéctico de ella siempre ha logrado concentrarse en un punto que inmediatamente se transformará en eje, para pegar el salto dialéctico. Nunca ha sido obra de un elemento sino la combinación de factores lo que determinará el proceso en progreso del curso. 

En ello está en que aún en las etapas de grandes golpes que aparecerán como retroceso de cara al progreso, éste siempre está inserto en lo que se desarrolla porque es parte de la dialéctica de la vida, la naturaleza y la permanente construcción de la sociedad humana. Así el feudalismo contribuyó al progreso en las ciencias, artes y la forma de producir bienes y servicios por sobre los atrasos de todas las sociedad anteriores, exceptuando la original del comunismo primitivo. De la misma forma que la sociedad capitalista, burguesa ilustrada, lo superó y planteó una nueva condición de vida productiva de la humanidad donde producir bienes y servicios en la economía  de esa etapa se conocerá como la de la “industrialización” que lejos de eliminar el trabajo esclavo de las anteriores sociedades, lo concentra en la creación del proletariado que deberá en base a su fuerza del trabajo sostenerse individual como familiarmente. 

Lo nuevo con la revolución industrial capitalista, como analizaron Marx y Engels, es que para desenvolverse necesitará crear una nueva clase social trabajadora que, en el desarrollo del proceso histórico, será “la enterradora de esa sociedad capitalista”. Así el antes esclav@ de la sociedad feudal que era expulsado del campo y que venía a engrosar la ciudad, era cooptado al trabajo industrial durante 18/16 horas y debía, para mantenerse en una familia, utilizar como parte del ingreso económico el trabajo de los niñ@s a partir de los 5 años que debían justificar su existencia con el trabajo diario y como parte del mísero ingreso salarial de sus padres. 

Mientras esto ocurría en los centros del sistema, en particular en la Europa “floreciente” para una capa del poder oligárquico, feudal que sin salir de la nobleza y la monarquía, avanzaba en utilizar la fuerza del trabajo humano como el capital más preciado para la producción y la productividad de este que sería “la plusvalía” en que se asienta y nutre el capital hasta nuestros días. Claro y naturalmente que esa sociedad burguesa en la forma nunca rompió su origen de explotación del trabajo humano como base esencial de su existencia como al mismo tiempo necesitó generar un “mercado capitalista de consumo” que le permitiera financieramente dar validez a su existencia como sistema económico de cara a la vieja sociedad feudal que vegetó sobre sus mismas miserias. 

Pero ninguno de estas sociedades han logrado superar o eliminar la lucha de clases entre los que poseen las tierras o el capital financiero, industrial etcétera ni, en la sociedad feudal o el capitalismo burgués. Una etapa de los últimos 200 años que se expresará abierta o clandestinamente con el funcionamiento de la República y parlamento constitucionales apoyados en seudo democracias para sí pero que no logran eliminar que choquen con el interés individual del sector dominante de la clase explotadora por sobre otros, y que teniendo el poder del Estado, que ellos mismos han construido deformadamente en seudo repúblicas que funcionan en el desarrollo de la economía productiva basada en el trabajo humano en forma brillante durante décadas pero sin poder eliminar la necesaria concentración de la plusvalía producida por el trabajo en el capital como propiedad privada de un minúsculo sector de la sociedad y por lo tanto generar un poder espurio que niega el progreso social. El sistema capitalista imperialista del siglo XX (V.I.Lenin 1919) es el último peldaño de la escalera del proceso del sistema que termina necesariamente en una caída al vacío. Lejos de superar la división de las clases eliminando la desigualdad, el imperialismo para vivir necesita fagocitarse como sistema y eliminando competidores, que es la forma en que el sistema dirime su antagonismo histórico con la clase trabajadora a la que explota. 

Ahora porqué hacemos esta entrada más que sintética en un intento de exponer a vuelo de pájaro y muy en general el curso de la sociedad humana en los últimos 300 años y el reciente campeonato mundial de futbol en Qatar que concentró a 32 equipo de las más diversas nacionalidades que a su vez representaban a muchos más en su zonas geográficas de origen. Es claro que ha sido un mundial que tiene a través de la tecnología de su funcionamiento, la majestuosidad de los medios, como los muy difícil de asistir por el costo de esa asistencia, y el valor de las entradas a los eventos, rodeada de mucha de la fantasía y juegos de artificio que más se asemejaron a la concepción cinematográfica de la ilusión que a lo que realmente aportaron los que en ese evento se desarrollaba por parte de los deportistas futbolistas. Claro que ello nos muestra una diferencia entre “Poder Económico” de los organizadores, más allá de cualquier consideración en contra, que siendo un país reciente, conformado a partir de 1978, no tiene pasado futbolístico pero sí una sociedad de poco más de 270 mil habitantes nativos y una economía multimillonaria en divisas por su poder petrolero.

Por eso queremos hacer una distinción entre organizadores, sea FIFA o el gobierno Qatarí, y lo que expusieron los atletas del fútbol en particular de la selección Argentina de Fútbol, “la Scaloneta” en este campeonato mundial 2022, y en particular del papel de Leonel Messi y su evolución en lo que hace a la relación con la sociedad como la de los 21 gladiadores que lo acompañaron y secundaron hasta lograr el título de “Campeones Mundiales de Fútbol”. Al mismo tiempo su repercusión en todo el planeta y lo que esta experiencia deja al proceso de progreso de la humanidad, porque allí en esos días también existió y camino la lucha de clases, dentro de la cancha como en las tribunas y las calles de Qatar.

EL FUNDAMENTAL PAPEL DE LA JUVENTUD

Lo hacemos porque vemos y creemos que es allí donde tanto se nutre como explica la enorme importancia social, por ahora, y política en perspectiva de lo que se anuncia con la Nueva Sociedad, a través del deporte y en particular la “Scaloneta” del Fútbol que a diferencia de todos los demás y es un hecho social de miles de millones de seres humanos y donde aparecen, se develan y construyen miles de condiciones objetivas que nos muestran que ellas son parte del proceso evolutivo dialéctico de la sociedad humana que nos está anunciando, tanto de los 22 jugadores de un partido como en los miles de millones que lo siguen por la TV en forma tanto expectante como finalmente participativa y de ello LA JUVENTUD QUE HA SALIDO A LAS CALLES no a destruir nada, ni exponer maquiavélicos planes destructivos de la alegría como los que vienen proponiendo desde las derechas neoliberales, anti estatales, fascistas de toda piel, sino a construir un país al que todos anhelamos se pueda lograr. Allí el papel de la juventud es fundamental sin distinción de sexo, ni de nacionalidad porque hay cientos de miles de trabajadores no nacidos en el país que festejan con alegría y derecho. La “Scaloneta” es un curso interior del pueblo que ahora aflora a través del fútbol pero es totalmente social y patrimonio de la clase trabajadora. 

HOY AFLORA UN LEONEL MESSI DEL PUEBLO

Hay un Leonel Messi de origen, al que se lo hizo aparecer como un “robotito” o “bobo” del mercado y sus leyes capitalistas. Un Messi producto de la “inversión financiera” del Club Barcelona de España o más descarnadamente expuesto en el análisis, como se hacían en la sociedad romana de hace XX siglos con los gladiadores en el circo romano: Solo eran para la satisfacción elemental de la plebe y la aristocracia romana, en aquella época del imperio bajo la política de “Al pueblo pan y circo” y hoy para embolsar millonarias sumas de dinero. 

Así a Leonel Messi lo querían transformar en un “clon” por un tiempo y era separándolo de su Rosario de Santa Fe nativa, de su barrio y amor por el club donde nacieron sus sueños futbolísticos con el Club Newell’s Old Boys de sus amores, pero también del potrero de su barrio, del Leonel Messi que admiraba a Maradona y su magia futbolística como en la seguridad social del Diego, de su clase y sabe no perder de dónde venía, a quién representaba en el fútbol como a la clase social por la que debía exponer su talento y capacidad deportiva, social y política. Es entonces esa fuerza que nace del ida y vuelta con el pueblo la que ejerce una capacidad individual que los destaca del resto, y a lo que el dinero del sistema no puede comprar y hoy aflora en un Leonel Messi del pueblo. 

La prensa del sistema así tanto lo inflaban como acorralaban en su vida profesional como futbolista, pero esa máquina mediática organizada para imponer ideas, pensamiento y hasta afectos no podía penetrar lo que por dentro de Leonel Messi se estaba germinando como era no perder su RAÍZ DE ORIGEN que ahora floreciente aflora. 

Un sistema que actúa en el crear como destruir un ídolo deportivo, y también a dirigentes sociales, sindicales y políticos como lo vemos diariamente en la prensa mediática del sistema, como tarea macabra. Por eso los mismos que lo defenestraban ayer sin explicar por qué ahora lo elogian desenfrenadamente en una vanagloria sin fundamento social por que no es un progreso solo individual de Messi sino colectivo de un equipo que asumió un papel en el curso socio político del país que era y es darle una alegría al corazón del pueblo tan golpeado por el sistema de desigualdades y explotación, que ellos, esos 26 jugadores en el gramado de césped saben superar armónicamente en forma colectiva y sin explotar a nadie más allá de a sí mismos y que en nuestra opinión, es lo más concentrado del enorme salto dialéctico de un Leonel Messi de ayer al de hoy.

Leonel Messi no nace de un repollo, o una lata de un producto publicitario aunque haga decenas de avisos, y está muy bien que los haga y aproveche económicamente esa popularidad en la sociedad para “vender” avisos publicitarios pero sin perder su independencia de clase trabajadora que se verá luego en el enorme esfuerzo que él, y sus compañeros, mostraron inquebrantablemente en la cancha en cada partido. Cuando perdiendo el primer àrtido,  como ganando todos los demás porque como equipo colectivamente asumieron una responsabilidad social, que solo puede compararse porque es similar a la que hace la clase trabajadora, cuando defiende y lucha por sus conquistas sociales. Es así como “el Dibu” Martínez, tapa goles cantados durante los partidos como en su capacidad de atajar penales que permiten pasar de grupo como ganar el campeonato mundial, o el “fideo” Ángel Dí Maria que mostró enorme capacidad y decisión futbolera cultivada desde su origen de niño cuando tenía la responsabilidad familiar de embolsar carbón que hacía su padre para venderlo. Sería largo especificar este equipo de gladiadores futbolísticos que nunca mataron a nadie (salvo a la metódica tarea de las mafias futbolísticas y prensa enemiga del progreso que les querían negar lo que son y el triunfo deportivo), pero este equipo de jóvenes que con Rodrigo De Paul , Leandro Paredes,  Alexis Mac Allister, Julián Alvarez, Cristian Romero, Marcos Javier Acuña, Nicolás Otamendi, etcétera. Ese equipo de 26 jugadores mostró en su tarea que no “bajan los brazos” porque asumió una responsabilidad colectiva social, y por tanto política más allá de cualquier especulación partidaria o económica individual. Poniendo por delante en su objetivo de triunfo a lograr el EMPODERARSE BASADOS EN SU CAPACIDAD DEPORTIVA PARA DAR UNA RESPONSABLE ALEGRÍA AL PUEBLO ARGENTINO. Y eso no se logra si no existe una condición natural de base social, desde su cuna natal de ser parte indivisible de ese pueblo y su lucha social de clase por un mundo mejor. 

Y ese es el Leonel Messi que festeja junto a sus compañeros la Tercera Copa Mundial ganada por el fútbol argentino. No es un problema de dinero sino de condición humana que ha mostrado este equipo bajo la dirección de su técnico Leonel Scaloni y equipo asesor y utileros. 

Nosotros saludamos al equipo de fútbol y al técnico Leonel Scaloni y el equipo técnico, en todas y múltiples funciones que se ven pocas veces reflejados en los medios de prensa y que sin ello se reduciría el trabajo de los Once que deportivamente luchan en la cancha de fútbol. 

ENORME PROGRESO Y ENVION PARA RESOLVER LO QUE SE NOS PLANTEA EN EL 2023

Es esta condición deportiva, social y profundamente política en lo humano de este equipo profesional del fútbol como los pueblos del mundo lo han sentido y lo apoyan, como en Bangladesh, África, Medio Oriente, en América latina, etc. porque los pueblos en la lucha contra un sistema injusto de distribución de lo que la humanidad con su fuerza de trabajo produce han sentido que se está avanzando, aun con las limitación que puede aparecer en un partido de fútbol, lo que hace a una concepción de las relaciones y la vida de la humanidad. Que no solo es posible, sino que se puede alcanzar aun con todas las adversidades que pasó por ejemplo el equipo argentino de fútbol en Qatar y conseguir vencerlos, como hacen los pueblos cuando se unen en un objetivo común que es el progreso de la historia, de la humanidad. 

El Leonel Messi que vemos ahora está ligado a este curso, y creemos que él así lo siente y por eso su ida y vuelta con el pueblo será de un enorme progreso en lo que deberemos resolver en este año 2023 que comienza en unas pocos días, junto a la juventud que salió a las calles imbuida de la seguridad de ser y construir con alegría el futuro.  

La selección toda con sus equipo técnicos supero el individualismo feroz del sistema, y ya son parte  como colectivo de esa alegría que empuja el progreso de los pueblos mucho más allá de lo deportivo porque está la vida misma y su alegría de vivirla.   

LC   

 

 

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